Regreso a la competición en Valdebotoa, dos meses después

Cuando este domingo tome la salida en la Carrera Popular de Valdebotoa, faltarán cuatro días desde la última vez que me puse un dorsal y pude disfrutar las sensaciones que solo te proporciona competir. Un ansiado regreso a la competición que será el comienzo real de esta temporada que para mí empieza.


Esta ausencia de las carreras se ha debido tanto a factores voluntarios como involuntarios. Al principio me decanté por disfrutar los fines de semana en familia antes que competir y, posteriormente, la lesión de la que os hablé en anteriores entradas me apartó más tiempo del deseado.  

La última fué en la Carrera San Cristobal, en Jaraíz de la Vera, el 7 de julio. Y ahora va a tocar la XII Carrera Popular de Valdebotoa. Carrera de 10 km llanos, muy llanos, pero a la vez yo siempre digo que esta carrera es muy engañosa. La salida está en la localidad de Valdebotoa, pedanía de Badajoz, y salvo un primer callejeo por el pueblo, el resto es una ida y vuelta por la pista trasera. Quizás la sensación de perfil fácil haga pensar que la carrera será un camino de rosas y ahí esté donde se tira a la basura la carrera, por después te encuentras con otros factores que mentalmente te pasan factura.

Para empezar, el más peligroso, el viento. De un costado es campo totalmente abierto y no hay nada que te resguarde del viento. Además, normalmente el viento de costado te hace creer que tanto a la ida como a la vuelta el viento está de cara. Y para seguir, la ida es mucho más facil que la vuelta. El perfil es llano, sí, pero por alguna extraña razón a la vuelta siempre tienes la sensación de que vas altura. Que aunque sean centímetros, las piernas con el cansancio lo nota.

No comentaré nada del calor porque parece que la previsión no es de calor excesivo para este domingo. Pero sí decir que  en 2015 hizo un poco de más calor de la cuenta, que unido a los campos de regadío de la zona que favorecían un ambiente de humedad, hicieron una carrera entre uno o dos minutos más lenta de lo normal.

Los que me conocen saben que me unen vínculos con Valdebotoa y que es zona habitual de entrenos en verano, por lo que me hace especial ilusión correr aquí y, desde que me metí a esta locura del atletismo no me he perdido ninguna edición.

Mi primera participación fue en 2010, con un tiempo de 44:56

En 2011, completé los 10 km en 43:51. Todavía guardaba unos kg más que ahora como se puede apreciar en la imagen.


En la edición de 2012, conseguí bajar por primera vez en un diez mil de 40 minutos. Fue por un segundo, 39:59, pero aquel día supuso un antes y un después.

En 2013, pasamos esa barrera sub 40' más olgadamente, con 39:35, a ritmo de 3:53. Este año ya dejamos constancia en este blog de lo que sucedió en la crónica de este día.

La siguiente edición fue dos años después, en 2015. En ese periodo nos dio tiempo a progresar un "poco". La experiencia y la adaptación al atletismo favorecieron a conseguir un tiempo de 37:29 (3:44). Y eso que salió mala carrera debido, en parte, al caluroso día. Aquí contaba cómo pasó.


 Y finalmente la edición de 2016. Como en todos los años anteriores también mejoré mi tiempo en esta prueba. La verdad es que salió un carrerón para estar a primeros de septiembre, aunque es cierto que llevaba un buen verano de entrenamientos. Fue el preámbulo de una gran temporada 2016/2017. El tiempo fue 36:38, con ritmo de 3:38, que me sirvió para terminar 4º en la clasificación general. Esta fue la crónica.

A ver que sucede en este 2017. He de decir que en principio no me siento muy optimista en cuanto a la progresión de los últimos años. Me presento con pocas semanas de entrenamiento y un poco de viento aquí te la juega pero bien.