VII Carrera por la Diversidad Los Palomos. Con deberes para el verano.

     Hoy se corría en Badajoz la sétima edición de la Carrera por la Diversidad Los Palomos en el parque del río Guadiana. Tras la mejora de sensaciones de las últimas semanas, sacudiéndonos poco a poco la alergia primaveral, tenía interés en ver hasta donde era capaz de llegar en un diez mil.

Primeros kilómetros. Foto: FotoBadajoz


     Poniendo en antecedentes, tras tocar fondo en mi estado de forma física en el mes de mayo, a diferencia de otros años en los que decidía parar de entrenar y empezar pasada la primavera, este año me picó el orgullo y me he propuesto sacar lo mejor de mí y dejar atrás una etapa que dura ya meses en la que no consigo alcanzar mi nivel habitual.

        La salida era algo tardía, a las 10:30 de la mañana y teniéndola casi a la puerta de casa me fui con mucho tiempo a la zona de partida y así ver cómo se disputaba la carrera de 5 km. Mientras charlaba con otros compañeros pudimos apreciar un alto nivel de humedad y cómo atizaba el Sol cuando se retiraban las nubes. No disputaba esta carrera desde que salía de la Plaza Alta, en 2018, por lo que no tengo muy claro por donde va el recorrido.

Con Rafa poco después de la salida.


          Intento tomar la salida con tranquilidad, ver qué "quieren" las piernas y con ello marcar un ritmo de crucero. Aún así el primer km fue el más rápido de mi carrera. Mi grupo de referencia, de atletas con los habitualmente suelo disputar las carreras, se ha adelantado unos cincuenta metros. Sé que ahora no estoy para batallitas y no intento ni puedo hacer nada por llegar a ellos.

            Marco mi ritmo constante con la esperanza de ir poco a poco encontrándome mejor y llegar allá arriba. Los primeros metros son por la margen derecha del río y pronto subimos al Puente de Palma para completar el segundo. Por el camino he ido ganando algunas posiciones y voy alternando posición con un atleta que me serviría de guía hasta el final.

Agonía para llegar a meta. Foto: FotoBadajoz


           Tras cruzar el puente ya vamos por el margen izquierdo dirección al Puente Real. Las sensaciones no acaban de llegar pero veo que en el grupo de delante empiezan a descolgarse algunos atletas, por lo que hay esperanza de ir alcanzando gente. El atleta con el que intercalaba posiciones definitivamente va delante mía, a unos diez metros, y aunque no llego hasta él utilizo su estela para seguir su ritmo.

            Al llegar al Puente Real hay algo de confusión y hacemos un tramo un poco extraño para hacer el giro de 180º. Tanto que hemos hecho metros de más y nos hemos saltado un avituallamiento. Se está echando de menos algo más de señalización.


Trofeo 1º Master C


           De vuelta al Puente de Palmas el reloj "chiva" que el cuarto km lo he hecho a 3:56. ¡Y yo pensando que iba al menos a 3:45! Pero la verdad es que los que van delante, en la distancia, van aún más lento porque están algo más cerca, pero aún queda mucho para alcanzarlos. 

            Los siguientes dos kms, el 5º y 6º, son de asumir que más no hay. Terminemos dignamente y, al menos, mantener posición, pues creo que voy en pódium. Falta media carrera y ya cuesta mucho seguir compitiendo. Confío que cuando entremos de nuevo en el parque del margen derecho, el sentir el tramo final de carrera me hará venirme arriba.

           ¡Error! Tras hacer el km más lento en el 6, a 4:03 (también mi km más lento en un 10k en muchos años) cruzo el Puente de Palma y ya estamos en el dicho parque. Las sensaciones ya son fatales, dudando si voy a aguantar la intensidad al final.


Podium Master C. Foto: Rafa Barreto


            Dirección oeste, hacia el Puente Real, hay dudas sobre el punto en dónde nos volveremos para dirigirnos a meta. Mi atleta de referencia sigue ahí, a unos 10 metros. Ya he decidido que, salvo que éste "reviente", no voy a disputarle la posición ya que estoy utilizándolo para mantener mi ritmo.

            El grupo delantero no ha sucumbido y finalmente no voy a llegar hasta él. Sí que adelanté a un atleta pero también me adelantó otro.  A lo lejos veo que finalmente vamos a girar al final del parque, al llegar al puente, aunque en meta me enteré que algunos atletas de cabeza de carrera hicieron el giro antes y fueron descalificados por ello.

            En un intento de motivarme confío en que al girar hacia meta, a falta de 1,5 km, correr por asfalto y con aire a favor me ayudará. Y en parte sí fue así. Pero se me hacía tan lejana la meta que bajaba la mirada al suelo e intentaba no pensar en nada, sólo en correr como lo hago por ahí a diario. Así fui culminando sectores (parque canino, restaurante Rana Loca, Puente de la Universidad...) 

Post carrera. Foto: Juan Parejo


            Por fin se ve meta. Controlo que por detrás no llegue mi amigo Rafa para mantener posición y cruzo meta con tiempo final 38:22. 10º de la clasificación general y 1º de mi categoría. 

           Sabiendo que estoy muy lejos del nivel que puedo dar, el día de hoy no hace más que motivarme a hacerlo, a conseguir llegar hasta ahí, a ser yo compitiendo, ¡sentirme fuerte!  No estoy bien, pero ¡¡ llegaré !! Ya tengo los deberes para el verano.

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Noctura de Talavera la Real 2023. Sabor a sangre al cruzar la meta.

      Estamos en primavera y muchos de los que leéis esto sabéis lo que supone a la hora de rendir físicamente. La capacidad pulmonar se reduce y la sensación de fatiga es constante, y esto es algo que no lo corrige el descanso. Puedes parar y esperar a que llegue el verano para retomar los entrenos o puedes asumir que tu rendimiento será mucho menor y aguantar "el chaparrón" durante casi dos meses. Tienes una tercera opción que es tirar de masoquismo y correr un 5k para no olvidar lo que es el sabor a sangre al terminar la Nocturna de Talavera la Real.

Ultimos metros en recta de meta. Foto: Organización

       Los entrenos últimamente me estaban saliendo pésimos, con fatiga muscular y pulsaciones por las nubes en rodajes suaves. Con entrenos de calidad incompletos o cancelados por este motivo, lo normal hubiera sido no plantearse correr esta carrera, pero este año he tirado de orgullo y la estrategia es no perder mucho en esta época y llegar al principio de verano en las mejores condiciones, por eso correr esta rápida carrera sería obligarse a hacer un entreno de calidad.

       Y allí nos presentamos en una tarde noche bastante fresca y con algo de viento para intentar disfrutar de esta carrera. Y digo intentar porque estaba convencido de que iba sufrir lo indecible. Pero también se trataba de encontrarte con la gente y disfrutar con la familia del post carrera que ofrecía la organización en la zona de salida y meta. Sé que voy a estar a años-luz de mi mejor carrera aquí, en la edición de 2018, cuando la completé a ritmo medio de 3:24.



         Tras cuatro kms de calentamiento me presento en la ancha línea de salida dejando que los más rápidos sean los que ocupen las primeras líneas. Situado en uno de los laterales de la calle me doy cuenta que tendré que hacer una salida rápida para pasar al centro de la carrera ya que unos cien metros más adelante se producía un embudo con las vallas de meta.

         Estamos ya en marcha y a pesar de no querer acelerarme sé que la intensidad es alta. En estos primeros metros hay mucha gente por delante pero ahora toca poco a poco ir ganando esos puestos.  Al principio muchas posiciones de golpe y posteriormente más progresivamente. 

           Aunque quiero controlar mucho las sensaciones el riesgo de reventón esta ahí por las condiciones físicas que antes comentaba, pero me encuentro muy bien a pesar del ritmo alto. Ritmo que supongo alto porque no miro el reloj en toda la carrera para no condicionarme. No lo sabía, pero el ritmo en los dos primeros kms fueron de 3:33 y 3:41.



           Terminando la primera vuelta me he quedado sólo en tierra de nadie. A quienes he adelantado se ha quedado muy atrás y por delante tengo un grupo de unas siete personas unos 100 metros.

             Al empezar la segunda vuelta he ganado confianza porque estoy aguantando bien y sé que puedo terminar la carrera yendo a más. El grupo de delante tiene buen correr, van juntos y es difícil de alcanzar pero, por estadística, alguno de ellos no podrán aguantar hasta el final y bajarán el ritmo, así que no hago intento de ir a por ellos y me dedico a mantenerme y esperar.

           km 3 en 3:41 y el grupo de delante empieza a disgregarse. ¡Nos vamos de pesca! Alcanzo primero a un atleta y al poco llego hasta la primera chica de carrera y un atleta que Montijo que corrían juntos. Me quedo tras ellos unos metros para recuperar un poco de sensaciones, porque cuando digo que voy bien es que sé que voy a aguantar hasta el final a esa intensidad, que no quiere decir que no lo haga sufriendo. Así que en esos metros intento recuperar algo de aliento para posteriormente ganar esas dos posiciones y seguir firme hasta meta.

         km 4 en 3:43 y estamos en el último km.  En mi objetivo de llegar a meta sin claudicar voy acercándome a más atletas pero me van a faltar metros para rebasarlos. Y así ya en recta de meta no hay opción más que a ganar algunos segundo más y sacar una velocidad media de carrera decente.

Un pódium ni mucho menos esperado. Foto: Ana Mª García.

              Cruzo meta en un tiempo de 18 minutos y 3 segundos, con un puesto 26º de la clasificación general y un 3º puesto de mi categoría.

          Alegría inmensa por hacer un 5k con una media de 3:39 que invita al optimismo de pensar que si he sido capaz de correr a este ritmo en estas condiciones, cuando pase la primavera y habiendo entrenado bien el verano puede ser muy productivo.

        

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Media Maratón de Mérida 2023. La primavera el ritmo altera.

         Fue en noviembre cuando, al poco de abrirse el periodo de inscripción, me apunté a esta carrera. ¡¿Cómo no voy a correr la Media Maratón de Mérida?!. Es una cita casi obligada. Pero lo que no pensé entonces es que en abril no iba a estar en las mejores condiciones como para competir 21 kilómetros.



          La realidad es que de esta circunstancia he sido consciente el domingo pasado, cuando corrí en la Media Maratón de Alburquerque, y ya lo estaba pasando mal desde los primeros metros. Pero a Mérida ya estaba inscrito y no quería dejar la oportunidad de disfrutar de una de las grandes carreras extremeñas, a pesar de que el enfoque competitivo debería ser distinto al habitual.

          Me desplazo con la familia con la tranquilidad de que mi amigo Fran ya nos había recogido el dorsal. Cuando nos reunimos el grupo de amigos nos vamos calentando hacia meta. Por suerte el sábado ha salido el día más fresco de la semana y no vamos a pasar el calor que temíamos, ya que la salida es a las 7 de la tarde.

         Nos metemos en el primer cajón a esperar el cañonazo romano que dé la salida. La estrategia es empezar con tranquilidad y ver qué ritmo es asumible para los 21 kms. De inicio es una incógnita dada la sensación de pesadez muscular que arrastro desde hace varias semanas.

          Hago una salida contenida y eso hace que me vea adelantado por mucha gente, pero esta vez, más que nunca, voy a competir contra mí mismo. Los dos primeros kms recupero algunas posiciones a ritmo de 3:50 y ya en el tercer km, al mismo ritmo, encuentro mi posición en carrera. Hay mucha gente delante mía, más de lo habitual, pero hoy estamos a otra cosa.

           La respiración es fatigosa, más que la de los atletas con los que voy corriendo y en la primera dificultad, la subida por la Avenida Reina Sofía el ritmo baja a 3:58. La posterior bajada, hasta la rotonda en donde cambiaremos de sentido, relajo la intensidad y aprovecho la inercia para gastar la mínima energía posible. 

       Tras dicho giro entramos en el Circo Romano en el km 6. La intensidad es alta, no así el ritmo, pero "hemos venido a jugar" y si hay que reventar por el camino se revienta. En el km 7 una ligera subida por la Avenida de Extremadura para después un km 8 con desnivel favorable en el que, ayudado por otro corredor con el que compartí unos kms, hice el km más rápido, a 3:46.


       Fue un espejismo pues a partir de ahí el ritmo bajó progresivamente hasta correr hasta el final por encima de 4:00. El corredor que antes comentaba me alcanzó en el Circo Romano y se mantuvo detrás mía un par de kms, después me rebasó pero hacía intención de que no quedara atrás, mirando constantemente y incluso rebajando su ritmo. Llegamos a mantener una corta conversación sobre la Maratón de Badajoz y pasamos el km 10 juntos (39:02).

       Durante el km 11 hago verdaderos esfuerzos por no descolgarme, incluso por ponerme a su par para colaborar, pero a partir del 12 ya me fue practicamente imposible.

       Al paso por el Puente Lusitania iba bastante tocado. Era el km 13 y quedaba por delante mucho camino y lo más complicado. Y fue en el km 14, en una calle en subida en donde mi mente dijo basta de sufrir y me paré a caminar unos segundos para bajar una pulsaciones y volver a arrancar a correr, pero esta vez con la única finalidad de llegar a meta.




       A partir de ahí consigo una velocidad de crucero de alrededor de 4:10 que me permite correr dignamente lo que queda. Pero por quedar aún queda el tramo más duro, la subida por la Avenida Lusitania.  Casi un kilómetro y medio en ascensión, pero sé que ya es la última rampa por lo que la sufro hasta casi vaciar mi reserva de energía. 

        Una vez arriba nos encaminamos a entrar en el Anfiteatro, y es ahí en donde me adelanta el gran Martín Fiz, al que no perdería ya de vista hasta el final. No disfruto para nada el paso por el anfiteatro y los dos últimos kms se me hacen eternos, sobre todo el paso por la Plaza de España en el último km, pero ya estamos ahí, ya está acabando todo y ahora no se pueden bajar los brazos.

        Por fin la meta está ahí. Mi tiempo final 1:24:07, que no es de los mis mejores marcas pero me ha costado un sufrimiento inmenso conseguirla. 59º de la clasificación general y 7º de categoría.

         Después de estas dos últimas carreras miro el calendario de carreras de otra forma, porque lo de menos es no estar a mi nivel habitual, pero el problema es que sufro en exceso. Me plantearé si esperar a tiempos mejores para volver a competir. Es tiempo de tener paciencia y esperar que pase la primavera.


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Media Maratón Alburquerque 2023. Circuito espectacular y exigente.

      Vuelta a la competición en este domingo de abril después de la Maratón de Badajoz. Un año después me presentaba otra vez en esta Media Maratón de Alburquerque, con circuito renovado y la incógnita de si a estas alturas aún quedaba algo de la maratón en las piernas, ya que desde aquel 12 de marzo he bajado mucho tanto la intensidad como el volumen de kilómetros.

Apretando los dientes en los últimos metros. Foto: Ana Mª García


        La hora de salida se adelantó media hora en previsión del calor que iba a hacer pero, aún así, ha sido insuficiente pues creo que, en general, la gente lo ha acusado en exceso. Por lo demás se trata de una carrera bien organizada, cuidando los detalles, y que transcurre en la mayoría de los kilómetros por una preciosa dehesa extremeña. Además tiene una carrera paralela de 11 kms.

         Este año, en la media maratón, se ha variado el circuito respecto a la edición del año pasado, estando la salida y meta en la plaza del pueblo. Los tres primeros kilómetros transcurren por la localidad, subiendo al Castillo de Luna y corriendo por sus laderas. Tres kilómetros bastante  duros por calles con muchas pendiente, en donde te calientas bien a base de pulsaciones altas y, cuando ya estas bien preparado "te tiran al campo" a correr los otros 17 kms. Inicio duro pero indudablemente acertado y bonito.


         Personalmente, en los primeros compases de la carrera ya pude apreciar que no estaba con la soltura al correr que tengo habitualmente. Las pulsaciones y respiración excesivamente acelerados para unos ritmos no muy altos. Quise esperar a salir del pueblo para chequear las posibilidades pero, una vez corriendo con perfil favorable pude comprobar que por baja forma, por alergia, calor o lo que sea no corría como suelo hacerlo.

        Así, en los primeros 5 kms, tenía un grupo de referencia con otros tres atletas pero, a partir de ahí, vistas las malas sensaciones, decidí que no estaba para competir y que completaría el recorrido como si un entreno fuera, a lo que quisieran las piernas, sin exigir en exceso. Esto hizo que estos tres atletas se me fueran hacia adelante, llegando incluso a perderlos de vista entre las cuestas y las encinas.

Primeros kilómetros por las empinadas calles del pueblo. Foto: Ana Mª García

      Los 12 primeros kms son de un perfil que tiende a la bajada, aunque de vez en cuando nos encontráramos con alguna pequeña cuesta. La verdad es que voy tocado, planteándome hacer una parada en el km 10 para recuperar un poco la respiración, pero agacho la cabeza y poco a poco voy sufriendo los kms, que van cayendo uno tras otro.

      En estos primeros 12 kms voy intentando guardar algo de energía, corriendo en las bajadas por inercia y cero intensidad, pues a partir de ese punto kilométrico emprendemos el regreso a Alburquerque y el perfil "mira" para arriba. Y es precisamente en ese punto de inflexión entre la bajada y la subida en donde vuelvo a tener un contacto visual con los tres atletas que me preceden. Yo no voy bien, pero el resto tampoco va  suelto.

       En los avituallamientos camino mientras bebo, porque si lo hago corriendo sé que voy a sufrir mucho después con la respiración. Corriendo sin intención de competir veo que los de delante están cada vez más cerca, ya a unos 200 metros.

Perfil de la Media Maratón de Alburquerque 2023.


        Por suerte este año han quitado la fuerte subida que estaba a mitad de carrera, por lo que el perfil se suaviza bastante. Aún así, es un circuito exigente, sin cuestas excesivamente largas y pronunciadas pero los cortos intervalos de subidas y bajadas van minando poco a poco la musculatura. A la altura del km 14 he conseguido superar a uno de los atletas de delante. El siguiente aparenta buen correr por lo que ni me planteo alcanzarle.

         En el km 16 tomamos un camino que lleva casi recto hacia el pueblo. Dicho camino es de constante subida, aunque no demasiado pronunciada. Aquí es donde veo que estoy alcanzando al otro corredor. Cuando estoy llegando a él, dudo  si quedarme un rato con él a recuperar sensaciones, pero decido abstraerme y pensar que corro solo, manteniendo mi ritmo, por lo que lo adelanto y sigo mi camino.

         Finalmente, sin querer competir lo estoy haciendo. Ahora por delante si que ya no queda nadie por lo que queda llegar a meta vivo. Por momentos siento que mi correr es algo más ágil, motivado por los adelantamientos y porque son los kms finales.

       A falta de dos kms a meta rebaso a otro corredor y cuando entramos en el último km veo a otro que va alternando caminar y correr. Ya de nuevo en el pueblo consigo adelantarlo a falta de unos 500 metros a meta. Voy muy tocado pero no se me puede escapar ninguna de las posiciones ganadas, peligrando sobre todo esta última. Pero aprieto los dientes en los últimos metros y consigo entrar en meta conservando posición, que sería el 11º de la clasificación general y 5º de mi categoría, con un tiempo de 1:28:53.

        En general malas sensaciones en la carrera pero satisfacción de haber sacado partido a lo poco que tenía, sabiendo conservar energías para utilizarlas en la parte final, que era la más dura. Próxima parada Media Maratón de Mérida, dentro de 6 días.

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Grata sorpresa para estrenar la nueva Maratón Popular de Badajoz

        La maratón es una carrera que no suele sorprender. Normalmente el resultado final suele ir acorde a los entrenamientos realizados para prepararla, y en una preparación de esta prueba el denominador común es la acumulación de kilómetros. Pues mi sorpresa de hoy es haber realizado una buena carrera con un promedio semanal, de enero para acá, que no supera los 80 kilómetros. Ha sido una grata sorpresa para estrenar la nueva Maratón de Badajoz.

Grupo en el que hicimos 27 kms. Foto: FotoBadajoz


       Para este día había acordado con mis amigos Isra y Fran que les iba a hacer de "liebre", marcándoles el ritmo hasta que aguantara. No tenía mucha fe en soportar el ritmo previsto (4:05-4:10) hasta el final ya que me consideraba no suficientemente preparado. Si no estaba para hacer tiempos, mi motivación sería ayudarles a hacer una buena carrera. Decir que ambos han conseguido mejorar sus marcas personales en meta.

       La mañana es idónea para competir. Temperatura fresca pero agradable y apenas una ligera brisa que soplaba del oeste. Algo más de 300 corredores tomamos la salida a las 9:00. Empiezo a buscar el ritmo objetivo y controlar en el barullo que me siguen Fran e Isra.

Minutos antes de tomar la salida. Foto: FotoBadajoz


        En los primeros kilómetros todo son risas. Corremos cómodos, ya que es un ritmo asequible para nosotros y nos permitimos hacer comentarios. Además se nos han unido al grupo otro viejo amigo, Sergio Vázquez, un atleta de Madrid y otro de Olivenza. Juntos empezamos a consumir kilómetros fáciles por la carretera de Olivenza y por el nuevo puente 25 de abril. Vamos hablando de intenciones e incluso haciendo bromas.

        Dicho tramo del puente se hace largo. Gracias a que vamos en grupo y no hace viento, ya que esta zona con viento te puede reventar el maratón antes del km 10. Cuando llegamos a Lusiberia (km 9) nos alcanza un atleta portugués al que, muy educados nosotros, damos la bienvenida.

Buenas caras en la primera media maratón . Foto: Ana García


     Justo en la rotonda de El Faro hemos completado los primeros 10 kms en 41:30, con un ritmo muy constante que nos hace llevar una media, en ese punto, de 4:07 min/km. Tras una zona de pendiente desfavorable desembocamos en la Avenida de Elvas, ya más llana y con viento favorable. Se palpa optimismo y buenas sensaciones en el grupo, además nos vamos ayudando en los relevos aunque yo casi siempre voy en la parte delantera de este grupo asumiendo el papel de marcar el ritmo a mis amigos. Nos ayudamos también en los avituallamientos, todo parece indicar que este grupo nos va a llevar al éxito, como así fue finalmente.

      A los 45 minutos me tomo el primer gel y al poco tiempo, en el Puente Real veo por primera vez a Ana y Sergio. Sergio se adelanta y me ofrece una botella de plástico con café negro con algo de miel que les dejé preparado al salir de casa por la mañana. Innovando en esto, ya que nunca lo había hecho, he de decir que me vino de maravilla.



       En la salida del Puente Real ya es mayor la densidad de público, sobre todo por los que estaban esperando tomar la salida de la media maratón cerca de allí. Los ánimos son bienvenidos y suponen un chute de energía.

        Parque del Guadiana en su margen izquierda por la zona de cemento, que finalmente no se hace incómoda de correr a pesar de que la superficio es una imitación de adoquines. Subimos al Puente de Palmas y después una zona de sube y baja bordeando el parque, saliendo a la Avenida de Elvas y bajando hasta el inicio del parque en su margen izquierda para atravesarlo entero. Al final del mismo se encuentra el punto en donde se completa la primera media maratón, que cruzamos en 1:25:56. De aquí para atrás el saldo es muy positivo y el futuro alentador. Sensación de entereza, el grupo sigue compacto y el ritmo lo mantenemos muy cómodamente.

Ultimo tercio de carrera ya solo. Foto: Guille Abada


        Nueva rampa por las caravanas para subir al Puente de Palmas y cruzarlo de nuevo, ahora en sentido contrario. Ahí nos vamos cruzando con más maratonianos y nos vamos dando ánimos mutuamente. Al salir del puente giramos a la izquierda y bajamos por la zona de los bares del paseo hasta salir a Circunvalación, en donde volvemos a correr en llano tras una zona poco estable. Aquí recuperamos el ritmo y al entrar en Ronda Norte toman relevo Sergio y el chico madrileño. Aceleran en ritmo y el grupo se pone a ritmo de 4:00, y no queriendo arriesgar me mantengo en mi ritmo de 4:05 lo que supone que Fran, Isra y yo nos descolgamos ligeramente.

       Al finalizar Ronda Norte, para entrar en breve en Ricardo Carapeto, el grupo de nuevo vuelve a ser de seis. El atleta portugués se quedó descolgado en algún momento. Se va acercando la zona complicada a la vez que más bonita. Vamos por el km 27, y hemos mejorado el ritmo medio 1 segundo fruto de un ligero incremento de ritmo.

Firme a meta en el km 40. Foto: Concha Corrales


       Llega la cuesta del Campillo que nos llevará a la Plaza Alta. Había un poco de miedo a cómo influiría esta rampa que, en 500 metros de longitud, nos hará ascender 20 metros, y a estas alturas de carrera. Aquí sucedería un punto de inflexión vital en el desarrollo de nuestra carrera

       Nos animamos al empezar y nos lo tomamos con calma. Yo la estoy subiendo muy cómodamente y me pongo en cabeza del grupo, llegando a alcanzar a dos atletas en dicha subida. Al terminar la subida entramos en la Plaza Alta, espectacular, y aquí y en la bajada posterior me relajo y miro para atrás para evaluar daños. El grupo se ha estirado en exceso y está más separado de la cuenta, por lo que voy animado a que nos volvamos a juntar.

       Pero siendo bajada y posterior calle en llano, cada vez que miro para atrás el grupo está más roto. Mantengo el mismo ritmo que llevamos en carrera para vez si recuperan y se unen, pero pasando por la plaza Reyes Católicos y girar de nuevo para insertarnos en el Casco Antiguo buscando la Plaza de la Soledad, veo que no nos vamos a volver a unir y que de aquí en adelante (faltan unos 13 kms a meta) mi carrera va a ser en solitario.

A punto de entrar en la pista. Foto Andres AGS Fotografías


       El km 30 sucede en la Plaza de España, junto cuando adelanto a otro corredor. En el constante callejeo el GPS no consigue reflejar de forma real el ritmo al que corro, así que mantengo un nivel de esfuerzo asumible.

         En la calle Santo Domingo me alcanza el primer corredor de la media maratón, Jesús Rodríguez. Al poco. el segundo y el tercer  corredor, y aunque van bastante más rápido que yo, su paso y todos los coches y motos que los acompañan me sirven para contagiarme levemente y sentir que corro fluido.

           Tras la calle Juan Carlos I llegamos a San Francisco, y es aquí donde existe un poco de caos pues hay una persona de la organización que nos hace atraversar la plaza en diagonal mientras que otros atletas la rodean totalmente. Por suerte no supone una mejora de posiciones para nadie. 

Entrada en meta. Foto: Andres AGS Fotografía

           Aunque ya van más de 30 kms en las piernas, aún la energía me da para apreciar el poder correr por la calles de Badajoz, por donde nunca antes había competido. Avda. de Huelva, Miguel Celdrán y giramos hacia Plaza de Alféreces. Por sorpresa allí me vuelvo a encontrar a Ana y Sergio, y me ayuda mucho en mi empeño. También un amigo de ASFAS que me ofrece plátano, pero en ese momento esta con mi último gel en la mano a punto de tomármelo.

           Km 34, bajando la "autopista" por el carril adicional y momento físico difícil, pero por delante veo a un compañero de club mejor que yo físicamente al que voy a dar alcance. Esto me anima bastante y me hace creer de nuevo en mis posibilidades. Sin fijarme mucho en el reloj, en esos kms corría a 4:00 y 4:03.

            Al llegar a Puerta Palmas, bajamos al parque del margen izquierdo del río, dirección a meta. De aquí hasta el final sucedería la circunstancia de cómo me adelantaban los atletas de la media maratón pero a la vez yo iba ganando posiciones adelantando a atletas de la maratón. Es en esta zona, antes de llegar al Puente Real en donde me adelanta Sergio, que iba en nuestro grupo, y al que me es imposible engancharme porque va fuerte y firme hacia meta.



         Al salir del parque, pasando bajo el Puente Real y llegar a la explanada del mercadillo llega el momento más crítico. Las dudas quieren aparecer debido al cansancio pero las mitigo convenciéndome de que, aún así, me es fácil mantener el ritmo previsto inicialmente.

          La avenida Sinforiano Madroñero se hace muy dura. Es km 38 y pica casi insignificantemente hacia arriba pero el cansancio hace que parezca el Tourmalet. Me animo sabiendo que terminada la misma, hasta meta, el recorrido es favorable ya sea por perfil o por viento a favor. Así paso el km 40 en 3:59 y, terminado el mismo, encaramos a la carretera de la Granadilla que nos lleva a la meta en la pista.

          Esta última calle se quiere hacer interminable pero me concentro en mis entrenos por allí y me digo que es una recta de sólo un km. Casi al terminar miro por primera vez el tiempo ¡2:48! Gran sorpresa, pues en mi mente siempre estaba que el ritmo que llevábamos era para 2:55.

Con Isra y Fran. Foto: Ana Mª García

             Giro para entrar en el polideportivo y ya por fin estoy en la pista. Por poco no me va a dar para ganar un posición más pero, a falta de unos 200 metros, veo que puedo entrar por debajo de 2 horas y 50 minutos, por lo que empiezo a vaciarme dando lo poco que me queda, apresurándome y viendo el arco de meta ahí mismo. Sin quitar la vista del reloj consigo cruzar la meta en 2:49:56 (tiempo oficial), que supone 19º de la clasificación general y 8º de mi categoría. La segunda media maratón la he completado en 1:23:59, que es 1 minuto y 39 segundos más rápido que la primera.

          El reloj marca que no hemos hecho 42 kms pero, a posteri, cuando miras el track registrado, se observa que en el Casco Antiguo no coincide totalmente la línea del track con las calles por las que hemos pasado, y de aquí la descoordinación. Por cierto, muy conforme con el nuevo recorrido. Ya tengo ganas de correr la próxima edición. Sería un acierto por parte de la organización sacar las inscripciones con mucha antelación para potenciar que corredores foráneos participen en esta prueba.  

    La conclusión es que estoy muy satisfecho pues en mis mejores expectativas estaba hacer un 2:55 y lo normal hubiera sido un 2:57. En cambio, he conseguido bajar por quinta vez de 2:50 y sin haber hecho una preparación exhaustiva. Esto habrá que analizarlo y sacar conclusiones para el futuro.

           A continuación os dejo el track de mi carrera.


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A por la 13ª y 10 años de maratones

      Una vez más estamos a las puertas de correr otra maratón. Enfrentarse a esta distancia siempre tiene algo de especial, pero la peculiaridad de esta ocasión es que se cumplen 10 años desde la primera vez que corrí los 42 kilómetros y, como anecdótico, será la 13ª vez que lo haga.


En la edición de 2022

       Esta Maratón de Badajoz es de las más relajadas que he afrontado, ya que por diversas razones físicas y personales no he podido prepararla para intentar hacer un buen tiempo. En los entrenamientos no he hecho gran carga de kilómetros, aunque sí he intentado respetar una serie de sesiones específicas de este tipo de prueba, como las que yo denomino “tiradas XL” y entrenos de series largas en umbral de lactato. Creo que llego bien físicamente, pero sin kilometraje como para aguantar una intensidad alta hasta meta. Aún así, si no hay sorpresas de última hora o accidente, el tiempo final debe de ser holgadamente inferior a las 3 horas.



      Esta edición de la Maratón Popular de Badajoz tiene como especial que celebra su 30ª edición, y lo celebra estrenando un nuevo recorrido que, a priori, no es tan rápido como el anterior, pero tiene como atractivo el que es una sola vuelta a diferencia de las dos del circuito anterior, y que pasa por los lugares y monumentos más emblemáticos de Badajoz. Muchas opiniones vertidas sobre esta variación, pero yo no quiero opinar hasta que no lo corra.

Todos los tiempos de mis maratones

      Aunque la organización no ha dado datos, no existen expectativas de gran participación, ya que hasta un mes antes no se han abierto inscripciones y la incertidumbre de si se celebra o no siempre está ahí. Una maratón que está herida desde hace años, esperemos que no de muerte, pero si algún día se deja de celebrar que no se le eche la culpa a la baja afluencia de atletas.


Con mi gran amigo Juanjo en mi primera maratón. 2013

      Como comentaba al principio, hace justo 10 años corría mi primera maratón. Pasaron cuatro años desde que empecé a correr hasta que me decidí participar en la distancia. Desde aquel marzo de 2013 hasta hoy, en esta distancia he pasado del respeto e incluso miedo inicial a la confianza y seguridad con la que me encuentro corriendo maratón. Sin duda es mi distancia favorita.

      Objetivo para el domingo: Disfrutar. Bueno.... y bajar de las tres horas.

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Yo no quiero placa de carbono en mis zapatillas

Hace ya unos años que Nike nos sorprendió con una nueva tecnología para las zapatillas que llevaría Eliug Kipyoge en su intento de bajar de las 2 horas en una maratón. Por entonces nos llevábamos las manos a la cabeza por la existencia de un calzado deportivo con una placa de carbono que lo hacía más reactivo y, por tanto, ayudaba a correr más rápido. Al poco tiempo la élite del atletismo no quiso dejar pasar el tren de ganar unos segundos en sus marcas y, a día de hoy, su uso está muy extendido incluso en el atletismo popular. Pero el que escribe estas letras está empeñado en convertirse en el último reducto de atletas que huyen de esta tecnología. Yo no quiero placa de carbono en mis zapatillas.


Foto: roadrunningreview.com/


Y con estas palabras no quiero entrar en que me parezca bien o mal que haya quien las utilice. Puedo incluso entender su uso en quien se está jugando una beca, una plaza en un campeonato europeo, un mundial o una olimpiada, o incluso en quien opte a ganar carreras aunque sean populares, porque si no las utiliza habrá otro que sí lo haga y estaría sino en desventaja competitiva.

Del resto de los mortales, de los que estamos excluidos del párrafo anterior, de los que completamos el resto del pelotón es respetable la opción de intentar mejorar sus tiempos con estas zapatillas. Por supuesto, cada uno es libre de hacer lo que le venga en gana sino perjudica a los demás.

Como habéis podido intuir yo no soy partidario de usarlas. Soy una persona muy competitiva, pero sobre todo lo soy conmigo mismo. Me encanta luchar por mejorar mis tiempos, por superarme, me encanta sentirme rápido y fuerte, pero conseguir superarme con ayuda de unas zapatillas siento que es engañarme a mi mismo.


Reto Ineos de Eliud Kipchoge          Foto:roadrunningreview.com

No me supone nada terminar el 10º o el 40º clasificado en una carrera, ni siquiera perder un pódium si la causa es el no uso de la placa de carbono. Pero sí le doy importancia al tiempo o el ritmo que haya conseguido. ¿Qué significado tiene hacer marca persona en un 10k si en mi anterior mejor tiempo no tenía esa ayuda? Y sobre todo la pregunta más lapidaria ¿Habría conseguido esa mejor marca si hubiera corrido con unas zapatillas sin placa de carbono?

Entiendo que todos mis tiempos anteriores al uso de estas zapatillas perderían valor en cuanto no se pueden comparar con otros tiempos actuales en los que he contado con la ayuda. Me gusta saber que estoy más cerca o más lejos de mi estado de forma óptima teniendo en cuenta los datos recogidos durante todos años que llevo corriendo.

Por eso yo prefiero seguir sabiendo que soy capaz de correr una media maratón a ritmo de 3:40 real,  o que, como en mi última carrera, saber que puedo correr 7 kms a 3:35. Y cuando con la edad no pueda conseguirlo, me gustaría conocer cual es la pérdida real.




Sus defensores también argumentan que no sólo es correr más rápido, sino que también la sensación de fatiga es menor y la recuperación post carrera más rápida. Sigo prefiriendo conocer la realidad de cómo de rápido me recupero de los esfuerzos, aunque con los años esta recuperación sea cada vez más lenta. 

Quien sabe si en el futuro me tengo que “comer” mis palabras y pasar por el aro de calzarme estas zapatillas porque no me quede más remedio. Ahora mismo no encuentro una razón que me llevara a hacerlo, pero sí puedo asegurar que, si ese día llega, la razón no va a ser el poder correr más rápido. 

¿Lo próximo será correr siempre con viento a favor?

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38º Vuelta al Baluarte. Volviendo a ser yo.

      Tras el bajón físico en los últimos meses del año parece que últimamente estoy volviendo a tener buenas sensaciones. Los entrenos intensos ya no se me hacen imposibles cuando sólo llevo la mitad de las series y, aunque aún no he recuperado todo lo perdido, esta Vuelta al Baluarte era una buena piedra de toque para comprobar que este resurgir no era un espejismo.

Primer paso por Circunvalación. Foto; FotoBadajoz

       Carrera de 7 kms que rodea gran parte de la zona amurallada de Badajoz, con mucha participación (hoy 1170 corredores en meta en carrera absoluta) y que se corre con mucha intensidad. Por mi parte me había puesto como objetivo correrla a un ritmo medio por debajo de 3:40, lejos del 3:31 de mi mejor día aquí, pero más realista con la estado de forma actual.

         La mañana sale soleada pero bastante fría. Salgo de casa hacia la zona de salida calentando con Ricci y al llegar alargo unos metros más y unos cuantos ejercicios de movilidad para conseguir entrar en calor.

Terminando la primera vuelta. Foto: Ana García
 

         Se da la salida y me encuentro con gran pelotón delante mía, pero hoy más que nunca he venido a competir conmigo mismo y no me preocupo por ello. En estos primero momentos se trata de encontrar el ritmo adecuado e ir adelantando a los "prisas" de la salida.

          La intención es correr con intensidad alta sin arriesgar a quedarse sin energías a mitad de carrera, por eso al mirar el reloj y ver que corro por debajo de 3:20 intento aminorar un poco la marcha. Ese primer km sale a 3:25.

Me alcanzan los ASFAS. Foto: Jose Mº Villegas.


        Poco después de este punto doy alcance un grupo de unos 7 atletas y me viene genial para hacer Circunvalación protegido del leve viento de cara, pero terminada esta zona adelanto a la mayoría y me quedo junto con otro atleta con el cual, ya en Ronda Pilar, hay sucesivos cambios de posiciones sin mucha intención de colaboración pero que nos sirve para recuperar un poco de oxígeno cuando el uno va tirando del otro. Km 2 y 3 en 3:33 y 3:42.

         Termino la primera vuelta y sigo "vivo". Queda la otra mitad de carrera y, a diferencia de otras carreras, quedan energías para empeñarse a fondo. Empezamos a recuperar ritmo tras la subida por Ronda Pilar. De un vistazo al reloj veo que llevo ritmo medio de 3:32, ¡estamos en objetivo!

Unos cuantos CAB en la salida. Foto: Ana García


          A la altura del nuevo paso por Puerta de Palmas me alcanza un grupo de ASFAS y Luis Alves, a los cuales intento seguirles el paso pero me resulta imposible, aunque Emilio Venegas se queda un poco descolgado y me anima a que no me suelte de su estela. Al poco me alcanza Carlos Chamizo e igualmente me anima a que le siga y a pesar de que le digo que no puedo insiste e insiste. Kms 4 y 5 en 3:32.

          La realidad es que no voy mirando ritmos para no agobiarme, sólo corro e intento no soltarme de la "rueda" de Emilio, a pesar de que este 6º km se me atasca un poco y lo hago en 3:43 al llegar a la esquina del Parque de la Legión.

           ¡Abordamos el último tramo! Voy tocado pero confío en aguantar hasta el final. Chamizo va unos metros por delante y no deja de azuzarnos para que no aflojemos. Emilio igual, no para de darme ánimos, y esto me da un verdadero empujón para subir de nuevo la Ronda del Pilar. Agradecer a estos dos amigos su empuje porque sin ellos hubiera tirado la toalla mucho antes.

Llegando a meta exáusto. Foto: Ana García.


            Ya estamos a las puertas de meta, un último esfuerzo y estará hecho. Estoy sufriendo y las piernas están al punto de bloqueo pero sé que lo he conseguido. He logrado mantener la intensidad alta durante toda la carrera, me he sentido rápido y competitivo, y con esto vuelvo a mi punto fuerte: aguantar el sufrimiento, quedando atrás a ese "desconocido" que se rendía a mitad de carrera y pensaba que nunca más correría a ritmos altos.

            Entrada en meta con un tiempo de 25:16, a ritmo de 3:35. 31º en la clasificación general y 8º de mi categoría de edad. Objetivo sub 3:40 conseguido de largo e inyección de confianza para seguir entrenando y abordar la Media Maratón de Plasencia del próximo domingo.

              

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