8k Barbaño Corre 2023. Buenas sensaciones tras el caos inicial.

         La cercanía del fin del año y el prematuro ambiente navideño, hablando deportivamente, nos traen al calendario un sin fin de San Silvestres. Pero cuando hablamos de estas fiestas no podemos evitar relacionarlo con el Circuito de Carreras Run Navideño que se organiza en la comarca de Vegas Bajas. El pasado domingo aproveché para disfrutar y competir en una prueba de este circuito, el 8K Barbaño Corre. 

Km 2. Intentando buscar mi sitio tras el caos. Foto: Fran Cano

             La mañana amanece fría y con niebla. Mi amigo Fran, que me acompaña, me pregunta si de verdad el cuerpo me pide competir. Realmente no me apetecía nada ponerme de corto y en tirantas y exigirme físicamente, pero no tenía dudas de que una vez empezara a calentar mi percepción iba a cambiar.

          Me dispongo a tomar la salida con muchas dudas de lo que sería capaz de hacer. La estrategia de entrenar a bajas pulsaciones y, por tanto, a bajos ritmos, me hace pensar que no voy a estar preparado para ritmos altos que no "toco" entrenando. Sumamos el poco más de un mes desde que retomé los entrenos después del voluntario descanso físico de octubre.

Fran me acompañó a pesar de no competir

             Los primeros metros constan de un callejeo por esta pedanía de Montijo. Como siempre hay mucha gente delante mía pero más que nunca hoy sólo me preocupa mi carrera y no las posiciones. Estábamos aún en el primer kilómetro, con un pelotón estirándose poco a poco, cuando llega el caos.

               En una bifurcación de caminos claramente señalado con una flecha, el chico de la bicicleta que va abriendo la carrera toma el camino equivocado. Al menos 30 personas toman el desvío erróneo. Nos dimos cuenta justo cuando pasaba yo por esa intersección.


               Momento de no saber qué hacer, porque parece claro cual es el camino correcto pero ¿cómo no va a saber alguien de la organización el camino correcto?. Algunos nos paramos y gritamos a los de delante que se han equivocado. Se paran y retroceden a tomar el camino bueno. A su vez, a todos aquellos que habían pasado por el camino bueno y ahora abrían la carrera le pedimos que se esperen a que lleguen los de cabeza, pero como el que oye llover.

           Después de esperar un momento para favorecer que me adelanten los que se habían equivocado empiezo otra vez a correr con intensidad. Este primer km sale a 4:13, lo cual va a desvirtuar el ritmo medio de la carrera.


Terminando el km 6 llegaría lo más difícil. Foto: Fran Cano.

          En segundo km es un camino que rodea al pueblo. Hay una maraña de gente, entre los que iban ya conmigo, los que van recuperando posiciones y los que corrían más lentos pero habían aprovechado la equivocación; pero poco a poco se van depurando las posiciones y organizando el pelotón. Completada la vuelta al pueblo pasamos otra vez por el lugar del caos y esta vez sí tomamos  bien el camino que antes era el equivocado.

         En el tercer km salimos del pueblo. Siento que voy a un ritmo bueno y que lo aguando bien. Alcanzo a algún corredor y a algún grupo en el que inicialmente pienso quedarme. Un corredor de este grupo parece que se incomoda al ponerme en la parte delantera del grupo y acelera el ritmo para seguir marcando él el paso de todos, así que me quedo detrás suya para desgastarme menos. Ese tercer km sale a 3:44.

Entrada en meta. Foto: Fran Cano

         Tomamos un giro a la derecha para correr por otra carretera. Aunque el viento no es fuerte (7,5 km/h) aquí da de cara y se nota. Durante un recta de dos kms lo tenemos presente pero sabiendo que, como nos estamos alejando del pueblo, a la vuelta va a ser favorable. Entre el tiro yo o tiras tú los dos nos quedamos solos y el resto del grupo se queda. Lo que más me ocupa ahora es un chequeo constante de fuerzas y energías, ya que hacía tiempo que no rodaba a estos ritmos y no quiero "pasarme de rosca" y pagarlo mucho antes de llegar a meta. 

        Tras estos dos kms de viento desfavorable, ambos a ritmo de 3:46, giramos de nuevo a la derecha en un giro casi de 180 grados para volver al pueblo ahora con el viento a favor. El correr es ahora bastante más fácil y me tengo que controlar varias veces cuando veo que corro a 3:40 o más rápido porque sé que no es mi nivel en este momento y no lo voy a aguantar. Ahora soy yo el que corre delante y el otro atleta el que me sigue y, por su respiración, parece que con dificultad. A unos metros hay otro atleta a tiro. Al más mínimo flaqueo podría alcanzarlo. 

Podium Master C. Foto: Fran Cano

       A pesar de intentar controlarme, este sexto km sale a 3:39 y nos deja a las puertas de Barbaño. Este km7 es el que se me va a hacer más difícil mantener el ritmo. Mi compañero de viaje me ha vuelto a adelantar y me da ánimos para seguir pero esta vez se me va unos metros de más. Sé que si sufro este km entero, el siguiente y último lo corre el corazón y sale rápido sí o sí. Lo consigo completar en 3:48.

       En el último km recupero otra vez el ritmo, empujado por el sonido cercano de la megafonía de meta. Me acerco de nuevo al mismo corredor pero voy tan centrado en mí que no me planteo ni un solo esfuerzo en adelantarle y así sería hasta el final. Las piernas duelen pero a estas alturas de carrera uno no se guarda nada. Calle por aquí, otra calle por allá y, por fin, recta de meta y terminando casi sin aliento haciendo el último km a 3:41.

En meta con el amigo Juan Parejo. Foto: Fran Cano

       Tiempo final de 30:05, a una media de 3:48 min/km, siendo 14º en la clasificación general y 3º de categoría junto a los amigos José Manuel Cabrera y Casi Rodríguez.

         Saldo positivo me da esta carrera, pues denota una progresión en las dos últimas semanas, desde la carrera de Cheles. Dentro de otras dos semanas tendremos la oportunidad de volver a medir nuestras posibilidades en el tradicional Guadiatón de 10 kms.