Creo que hablo por todos los que corremos si digo que la peor experiencia que nos podemos encontrar es una lesión. Trastoca nuestros planes y nos aparta funcionalmente de aquello que tanto nos aporta tanto física como psíquicamente. Cierto es que parece que la pesadilla no va a acabar nunca pero al final, más tarde o más temprano, se consigue la recuperación. En mi caso llevo apartado de la competición cuatro meses pero este domingo, al final, poder darlo todo en la Media Maratón de Sevilla como punto de partida.
En los últimos días de 2021 conseguí empezar a entrenar con continuidad, empezando de 0, y un mes después el tobillo derecho me da la confianza necesaria para poder emplearme a fondo en una carrera. Ese será mi mayor logro este domingo por las calles sevillanas, con independencia del tiempo final, que todo sea dicho, no va a ser de mis mejores marcas.
Que mi cabeza sólo piense en regular las fuerzas para llegar entero al km 21 y no en si el tobillo duele más o menos, poder vaciar hasta la última gota de energía, disfrutar del ambientazo que se respira en estas carreras multitudinarias son motivos suficientes para acudir a esta cita, aunque no puedo negar que también me mueve la nostalgia de mi última participación aquí, aquel día que contra pronóstico las piernas decidieron correr solas llevándome a marca personal.
A partir de este día hay un meticuloso plan de mejora en el que la premisa principal será no volver a lesionarse.