Después de algunas ediciones de ausencia de esta bonita carrera, este año volvía a ponerme en línea de salida dado que nuevamente había, al menos, un par de semanas de margen hasta la disputa de la Maratón de Badajoz. Sólo dos semanas que no permiten muchas alegrías en el día de hoy si se quiere garantizar llegar al 100% físicamente al día de 24 de marzo. Por eso el objetivo hoy era programar el ritmo maratón en las piernas y disfrutar lo más posible de esos detalles que cuando corres a ful no aprecias.
Se trataba de realizar un ensayo lo más real posible: dorsal, competición, público, muchos corredores, ambientazo, etc. Con estos ingredientes pretendía estudiar las sensaciones que me voy a encontrar en Badajoz. El ritmo lo he "clavado" al cruzar la meta, haciendo un ritmo medio de 3:55, que es el que tengo previsto seguir en maratón.
Siendo sincero he de decir que esperaba ir más comodo de lo que he ido durante el recorrido. Quizás motivado porque de inicio no tenía en cuenta que el perfil de esta media es exigente y no facilita mantener un ritmo constante. Aún así intenté mantener el ritmo apretando en las subidas y reteniendo en las bajadas. Puede que este sea lo que me hiciera emplearme más a fondo de lo que tenía previsto.
Corriendo así he podido disfrutar a tope del recorrido, agradeciendo cada ánimo del público con un gracias o con un saludo, "chocando" las manos a todos los niños que querían recibir un gesto extendiendo su pequeña mano, animando a los conocidos con los que me cruzaba o adelantaba. En definitiva, otra manera de vivir una carrera.
Y ahora sí, ya sólo queda ponerse casi en cuarentena y no exponerse al más mínimo desgaste físico innecesario. Mi estado actual es bueno, he realizado una buena preparacion y, quizás lo menos bueno, soy optimista para el día D.