Mi resultado de la carrera en la EDP Media Maratón de Sevilla de hoy me invita a hacer una reflexión de las que termina en bucle. Salgo con la única pretensión de correr lo más rápido posible, sin intentar hacer marcas pues considero que no estaba para ello, sin la presión de haberla preparado y mejoro un minuto mi marca en media maratón. ¿es mejor correr sin presión? está claro que sí pero, ¿éste es el motivo de mi tiempo?. Invita a pensar que sí, pero por otro lado está la buena forma física actual por estar preparando bien la maratón de marzo. Entonces, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?
La alegría es mayor aún cuando el pasado viernes casi descartaba poder tomar la salida. Después de las series del miércoles apareció un dolor intenso en el tibial anterior de la pierna derecha. Dolor que ya conocía de una lesión anterior en el mismo sitio y que me costó dos semanas en el dique seco. Ese mismo viernes salí a probarme y comprobé que corriendo el dolor no se iba, pero tampoco aumentaba, ni siquiera al enfriarse. Tras estar apuntado desde mayo de 2018, con estancia reservada y ya planificado el fin de semana con familia y amigos decido arriesgar y al menos tomar la salida e ir viendo como reacciona.
Llegamos a la salida con mucho tiempo de antelación, aún sin amanecer, para evitar agobios y contratiempos. El calentamiento previo muy cortito y sin apretar mucho, únicamente para entrar un poco en calor y coger confianza. Parece que no tiene mala pinta y voy a poder correr sin ningún problema.
Cuanto mas avanzo en el pelotón éste estás más estirado y según alcanzo a grupos aguanto unos momentos en el mismo para recuperar buenas sensaciones y después seguir al ritmo que me mandaran las piernas. Voy alcanzado a gente conocida que me podrían servir de referencia pero no me conformo y sigo avanzando. Había que estar muy atento para saber elegir en dónde parar y cobijarme en un grupo para llegar al final.
Me costó bastantes kms encontrarme cómodo corriendo. Los entrenos largos que estoy realizando hacen que necesite un buen rato para estar suelto dando zancadas y con una respiración sin agobios. Como apenas calenté este proceso tenía que pasar en la carrera y no llego hasta los 7 u 8 kms.
Al poco de esto, a la altura del km 11 llego a la altura de Pepe García, del Atletismo Fregenal y de Oscar Palomo, del Sanvicenteño. Como siempre me quedo un poco al rebufo y enseguida entiendo que este numeroso grupo es donde me tengo que quedar, que son los que tienen el ritmo bueno y la suficiente experiencia para mantenerlo hasta el final.
Vamos corriendo a ritmos impensables para mí de inicio (3:34-3:36) pero me encuentro con sensación de poder aguantarlo, y al poco llega un momento en el que empiezo a creer que puedo hacer algo bueno en meta: Oscar me comenta que voy para marca personal, que estamos corriendo a ritmo de sub 1:17. Le digo que ahora hay que aguantarlo hasta el final, pues estaríamos en el km 12 ó 13 y en un "terreno" que yo nunca había pisado en media maratón. Ni siquiera sabía qué ritmo era el que había que seguir para conseguir bajar de 1:17.
Cuatro o cinco corredores llevábamos la alternativa del grupo, y a la vez íbamos adelantado a gente. A algunos de estos corredores alcanzados y revasados los conocía y sabía de su buen nivel actual, y esto hacía que me creyera cada vez más que era posible lo que me había dicho Oscar.
Según pasan los kms el cansancio se va notando pero, curiosamente, voy corriendo más rápido (3:31-3:33). Así sería hasta el final, lo cual hizo que mis parciales de 5 kms fueran más rápidos cuanto más avanzada estaba la carrera. Otro punto importante fue cuando empiezo a ver que nos acercamos a mi amigo Patapalo. Cierto que lleva un par de meses entrenando en condiciones pero cierta también que a él le hace falta poco para correr rápido. Me posiciono para pasar cerca de él, saludarlo y animarle.
Haber llegado hasta Patapalo me da el punch de credibilidad definitivo que me faltaba. El hecho de buscar pasar junto a él hace que incremente el ritmo y me ponga a tirar del grupo en el que viajaba. Estamos ya a la altura del km 17. De aquí en adelante fue una lucha mental conmigo mismo. Mi cabeza evaluaba el estado de mis piernas y esto es peligroso pues puede crear una sensación de fatiga en las mismas que no se produce si no lo piensas. Por otro lado intentaba desviar mi pensamiento a esos entrenos largos a ritmo maratón que estoy consiguiente semana sí y semana también.
De aquí al final intentaba evadirme de la competición en sí y crear en mi mente el pensamiento de que estaba en uno de esos entrenos y que esto no terminaba en el km 21 sino en el 25. Aún así al pasar por el km 19 veo que mi tiempo es de 1 hora y 9 minutos. Mis piernas le prestan a mi cerebro la sangre justa de que 2 kms más a 4:00 hacen 1:17 "pelados", pero como estoy corriendo más rápido que esos 4:00.... Lo veo factible pero me concentro en seguir corriendo como un autómata.
En el paso del km 20 el reloj marca 1:13 bajos... ¡ahora sí! ¡a echar el resto! Damos la vuelta a la Plaza de España y me encamino a la salida del parque. Sólo quedaría un giro a la izquierda para empezar a ver el arco de meta. Miro de nuevo el reloj ¡1:15! ¡Diosssssss, correeeee! me decía.
Parciales de 5 kms en progresión |
Giro a la izquierda y la larga recta de meta, con los arcos al fondo, se abre en mi horizonte. Consigo distinguir el reloj de meta marcando 1:16 y muy pocos segundos. En frío hubiera visto que ya lo tenía conseguido, pero allí veía mucha distancia por recorrer, por lo que apriento lo dientes y acelero todo lo que puedo. Ya casi encima confirmo que voy a entrar en 1:16 y me permito el lujo de celebrarlo como una victoria. Sin esperarlo, sin buscarlo y con la duda inicial de una posible retirada estoy haciendo lo que para mí es un tiempo estratosférico.
Finalmente tiempo oficial de 1:16:47, lo que supone mejorar mi marca personal que tenía también en Sevilla desde hace dos años. 72º posición de más de 7.500 atletas que han finalizado la carrera y 16º de mi categoría. Sensación de que me ha salido una carrera de manual, regulando fuerzas y soltándolas según me iba acercando a meta para correr más rápido garantizando no reventar.
Esto queda para mí, pero ya mañana toca seguir entrenando para la Maratón de Badajoz de marzo que es el verdadero objetivo. A cuidar las molestias y que la vea un profesional para no tirar al traste todo lo construido hasta ahora. A continuación os dejo los datos de mi carrera.