¡Comienza la fiesta! Preparamos la maratón

      Desde hace meses tenía decidido que esta temporada me iba a centrar en un único objetivo: la Maratón de Sevilla, en febrero de 2017. Al resto de carreras intentaría llegar con buena forma para hacer buen papel pero no iba a hacer una programación de entrenos para ellas.

     Este lunes, 21 de noviembre, con 13 semanas de antelación, empezamos a prepararla meticulosamente. He cuidado, principalmente, llegar a esta fecha entero mentalmente. El año pasado pagué el cansancio mental por haber preparado concienzudamente otras carreras anteriores, y preparar una maratón requiere una fortaleza psiquica suficiente como para hacer 20 kms con series el día después de haberte metido otros 20 kms de rodaje progresivo, sabiendo que al día siguiente tocan otros 20 o más kms controlados.

     Se necesita que cuando las piernas te digan que no quieren entrenar tu cabeza recuerde que tiene un objetivo ambicioso, y que para alcanzarlo hay que cumplir el entrenamiento sí o sí. Por eso, si no existe forzaleza psíquica el objetivo se ve lejano e inalcanzable.


   
  Y eso es lo que llevo cuidando desde agosto, intentando estar en la mejor forma física pero, si un día se tuerce y no es fácil sacar un hueco para entrenar, se dejaba para el día siguiente y así no quemarme mentalmente. Ahora, en epoca de maratón,  si se prevee que ese hueco para entrenar va a estar complicado, se levanta uno dos horas antes o se sale a última hora del día.

     Preparar un maratón lleva asociada una palabra: SACRIFICIO. No sólo sacrificio físico, sino perder alguna que otra hora de sueño, olvidarse de algún rato de relax en el sillón, perderte algún buen partido por la tele, etc. Tampoco hay que volverse loco y tener claras las preferencias: primero la familia y el trabajo. Pero la mentalidad debe ser de "sólo son 13 semanas" e inventarse el tiempo donde no lo haya.

       Cuando has superado esas 13 semanas de duros entrenos y grandes sacrificios, el día de la Maratón es en sí una recompensa, incluso antes de tomar la salida, pues ya solo cabe disfrutar. Sí, con mucho esfuerzo, luchando contra el muro, controlando el ritmo cada pocos mentros... pero nada va a ser tan duro como los largos entrenamientos día sí y día también y, sobre todo, los sacrificios realizados para llegar hasta ese día en las mejores condiciones.