Crónica de la Meia Maratona Badajoz-Elvas. Mi marca no refleja todo lo que sufrí.

     Tres años después nos encontramos otra vez en la Avda. de Huelva, en Badajoz, para disputar esta media maratón. La mañana ha amanecido fresca y con la ligera brisa que se predecía en días anteriores, que además daría de cara en la carrera.

      Después de repartir los dorsales a los compañeros del club y algo de calentamiento, nos vamos a línea de salida. Línea que está más retrasada que en otras ediciones; me comentan que ya el año anterior fue así.

Buen grupo del CAB se presentaba en línea de salida.
       La salida no parece que sea muy rápida pero los dos km iniciales los hago en 3:35 y 3:37. Mi intención es correr por sensaciones y no marcarme un ritmo, quizás esto lo acabaría pagando posteriormente aunque esta táctica casi siempre me funciona muy bien.

Salida en la Avda. de Huelva.
          Y es que el paso por Badajoz y la Avda. de Elvas lo hice siempre por debajo de 3:45. Notaba que iba algo revolucionado pero confiaba en aguantar este nivel hasta la subida a Elvas. Así en dicha Avda. de Elvas se forma un buen grupo que hubiera sido el bueno para mantenerse a cobijo, pero de las pocas veces que lo hago, me lancé a una aventura imposible. Me sentí bien y me fui en solitario, antes de pasar por delante del Faro, dejando atrás a un grupo con gente como Filipe Mota o Pepe Rambla.
Paso por la Avda. de Elvas.
          Pasamos la aduana y las sensaciones no son de ir con soltura pero sigo confiando en las posibilidades. Los ritmos altos se siguen manteniendo, pero voy corriendo solo. Pasando Caia se presenta una ligera rampa en subida, miro para atrás y veo que no he conseguido distanciar al grupo, aunque ya sólo quedan cuatro en el mismo. Decido aflojar un poco y dejarme alcanzar.
      Así me pongo a correr de nuevo en grupo. Pasamos el km. 10 en un tiempo de 37:30. Noto que voy con lo justo pero quiero acabar en grupo ese tramo hasta la bajada, y ahí recuperarme un poco para afrontar la cuesta. Un km y pico después me quedo descolgado. Los ritmos ya no son los mismo y veo que voy a llegar sin reservas a la larga subida.

En plena subida, a punto de reventar del esfuerzo
       Es el km 13, veo un papel de un gel en el suelo. ¡Ostras! ¡no me he tomado el gel! Por distancia aún estamos a tiempo pero si me lo hubiera tomado antes quizás estaría corriendo más fácil y no me hubiera descolgado del grupo al evitar un poco la sensación de fatiga. Me han alcanzado las tres primeras mujeres, que van corriendo en grupo.

        km 16. Definitivamente he "petado". Corriendo en llano a 4:00. Inmediatamente empieza la subida de algo más de 2,5 kms. Acorto la zancada para que me sea más fácil progresar. Me anima que van pasando los metros, los restaurantes, los comercios y no estoy "muriendo" definitivamente, cuando a la altura del Modelo aparace el amigo Jero con su bicicleta y se queda conmigo a darme ánimos.

Entrada en meta exhausto.
           Por detrás dice que no me van a alcanzar (no me había atrevido a mirar para atrás) y por delante va sólo y parece que sufriendo Filipo Mota. Como buen ciclista empieza a animarme con el típico y continuo "venga, venga, venga, va, va va,....", para que apretara el ritmo, pero yo estaba más para aflojarlo que para incrementarlo. Y aunque los ánimos me están sentando como latigazos para que no parara, la realidad es que me sirven para no desfallecer, pues de haber ido sólo.....

           Llegando a la rotonda de Elvas, un policía en moto llama la atención a Jero y le echa un buen rapapolvos y temo la descalificación, pero el policía se va y continua conmigo por lo que supongo que no sería para tanto. Y cuando vamos a entrar en la muralla y se acaba la cuesta me dice que vienen apretando por detrás. Eso ya no me gusta tanto y ahora ya con terreno favorable si puedo empezar a echar el resto.


        Casi en las puertas del estadio y viendo que a Filipe iba a ser imposible cogerlo, en una pequeñisima rampa tras la que empiezas a ver la pista de atletismo, empieza a tensarse el isquiotivial de la pierna izquierda. Empieza a doler incluso y me asusta si me tengo que parar en la misma puerta, pero al empezar a bajar otra vez se pasa, y entrando en el estadio puedo mirar atrás y ver que nadie me va a alcanzar.

        Así afronto con tranquilidad la vuelta a la pista que me queda, pero realmente estoy muerto por el esfuerzo. Finalmente finalizo en 28º lugar de la clasificación general, con un tiempo de 1:22:22, a 3:54 de media. 5 minutos menos que mi mejor tiempo aquí en 2013.

         Mucho premio para una carrera mal afrontada. Quizás el que no corra una media maratón desde el Campeonato de Extremadura, en Montijo, en abril, hizo que no tuviera en cuenta algunos factores y regulara mejor el esfuerzo. Así que contento con la marca pero con un sabor agridulce por todo lo que sufrí. Me quedo sobre todo con que aguanté muchísimo tiempo, hasta meta, sufriendo. El aguantar esos niveles de esfuerzo es lo que me hace en muchas ocasiones marcar diferencias. A continuación los datos de mi carrera.