Cambiar el objetivo para seguir motivado

     Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí en este blog. La falta de competiciones conlleva que tampoco haya crónicas y parece que no hay historias que contar, cuando la realidad no es así. Por fin me he decidido a retomar, y lo voy a hacer comentando cómo estoy entrenando actualmente.


     

      Cuando hablo con gente que está metida en esta nuestra locura del running me encuentro con gente que no pierde la motivación y otras personas a las que les falta. Yo no sabría posicionarme sobre si estoy en un lado o en otro, pero desde el principio tuve claro que no quería parar de entrenar, haciendo lo suficiente para mantener un estado de forma que me permitiera hacer cualquier tipo de entrenamiento. De esto hablo más extensamente en la entrada ¿Qué nos impulsa a entrenar en tiempos de cuarentena?

      Mi opinión es que sin carreras en el horizonte es innecesario entrenar duro y alcanzar un pico de forma, a no ser que lo hagas por propia diversión, pero esto supone exponerse más a una lesión a cambio de nada. Porque cuando entrenas duro para competir aceptas el riesgo que conlleva, pero ahora correr ese riesgo de lesionarse no tiene sentido.

       Yo soy una persona muy competitiva, principalmente conmigo mismo, así que sin mi principal fuente de motivación, que son las carreras, necesitaba encontrar una razón de ser a entrenar casi a diario, y cual mejor que el principal beneficio de realizar deporte: la salud, tanto física como mental.

        No se puede negar el bien que nos hace hacer deporte con frecuencia, tanto en lo que no se ve (la "maquinaria") como en lo que se ve, tanto en el aspecto físico y como mental. Y esto es algo que no quería dejar de lado bajo ningún concepto y que está siendo principalmente lo que me invita a echarme a la calle a entrenar

        Y todo esto que comento lo llevo al terreno de los entrenamientos de una forma muy simple: intentar salir a correr todos los días y entrenar a base de rodajes tranquilos al ritmo que quieran corren las piernas. Si algún día, sobre la marcha, se empieza a correr rápido de forma inconsciente se aprovecha para hacer unos kilómetros de calidad. Intento hacer una tirada larga todas las semanas y, de vez en cuando, hago un 10k a ritmo alto. Impepinable respetar al menos un día de descanso semanal. He cogido la buena costumbre de sustituir, al menos una vez a la semana, un rodaje por un día de bicicleta. 

         Esta forma tan simple de entrenar está siendo un descubrimiento y me pregunto cuánto efectivo será cuando lleguen las competiciones de verdad, porque me está asombrando el momento físico en el que me encuentro sin necesidad de meter ni un sólo día de series. Me reservo los detalles para contároslos en una próxima entrada.