Sensaciones enfrentadas en la 31ª Media Maratón Elvas-Badajoz

A primeros de julio empecé a entrenar el día de hoy. Unas veinte semanas de entrenamiento programadas para llegar en un estado óptimo el 11 de noviembre a la salida en el Parque da Piedade, en Elvas. Se ha sacado tiempo a destiempo para cumplir con las sesiones, se ha entrenado con más de 35ºC, se ha puesto ilusión, esfuerzo y sacrificio, pero esto no es 2+2. Aquí entran más factores que no podemos controlar y algunos que incluso desconocemos. Hoy ha sido uno de esos días en los que "algo" ha pasado y aún no sé explicar qué, aunque hay más teorías que personas. Ha sido cruzar la meta y no saber si estar contento o enfadado, ha sido un día de sensaciones enfrentadas en la 3ª Media Maratón Elvas-Badajoz.

Con Feijoo por la Avda de Elvas

Aunque lo pueda parecer por el resultado, doy fe que no he estado vendiendo humo estos días.  Venía muy preparado física y mentalmente, los que han competido conmigo ultimamente saben que estoy fuerte. En secreto unas molestias en el isquio que han puesto en riesgo mi carrera en más de tres o cuatro momentos pero que al final han respetado. No había, ni hay, excusa que poner. Se ha competido bien, muy bien incluso diría yo, aguantando el esfuerzo hasta la meta, pero ha sido cruzar la meta casi con tres minutos de retraso respecto a mis previsiones y quedar un tanto decepcionado.

Como consuelo el de los tontos, el mal de muchos, y es que los tiempos por lo general han sido bastante lentos comparados con los previstos e incluso comparados con los del año pasado. Ese "algo" parece que nos ha afectado a todos.

En la salida me coloqué fatal, bastante retrasado. Esto hizo que me tuviera que poner las pilas en los primeros metros para no perder mucho tiempo. Por los exteriores y por las aceras conseguí salvar este obstáculo sin perdida de tiempo, y ya en el acueducto iba a la altura de carrera correcta.


Antes de la bajada alcancé a mi amigo y compañero Feijoo, lejos de sus ritmos competitivos, y a Antonio Grillo. En la bajada comentábamos que el grupo bueno estaba justo delante, a unos 20 metros, pero había galgos de peso y no merecía el esfuerzo alcanzarlos para no poder después continuar. Allí estaban Nino, Kiri, Abraham Pagador, Víctor Hernándo y Jorge Villar entre otros. Sí dimos alcance a otro chico y la primera mujer.

Tras la bajada sigue una rampa en subida y, tras esta, ya la carretera en llano. Ahí Grillo se va adelante y nos quedamos Feijoo y yo. Ambos estuvimos haciendo la goma uno con otro, según nos íbamos encontrando mejor o peor. En este tramo hasta llegar a Caia me fui dando cuenta de la frustrante realidad: me sentía bien, sentía que iba corriendo rápido, pero cuando el reloj avisaba del ritmo del último km éste rondaba los 3:45, cuando prentendíamos ir por debajo de 3:40. ¿cómo podía ser? ¡si me sentía bien! Y así un km detrás de otro, pitando los kms más lento de lo que parecía que iba. Parecía el mal sueño de cuando te persiguen y no eres capaz de avanzar.

En otras ocasiones revientas o eres consciente de que vas mal, pero yo me sentía bien. El grupo de delante no se distanciaba significativamente, no iba perdiendo posiciones, entonces entendí que algo estaba sucediendo en general que la carrera estaba siendo lenta. Así que me resigné a seguir compitiendo dignamente aunque supiera que el tiempo final no iba a ser el deseado.

A partir de la frontera fui tirando de Feijoo, fui alcanzando a corredores, por delante a lo lejos se veía a Grillo. Esto me decía que iba bien posicionado y que estaba compitiendo bien. Alguien del público contando las posiciones me dice que iba el 28.

El Puente de la Universidad lo cruzo en solitario luchando contra el viento. Igual que la zona siguiente del paseo Fluvia, que se hizo interminable pero iba concentrado en que el esfuerzo fuera constante y no bajar ritmo. Ya en la subida de la autopista, justo antes de la recta de meta, sólo iba pendiente de que el isquiotibial derecho no me diera el latigazo definitivo, después de varios avisos desde el mismo inicio de la carrera.



Finalmente en recta de meta aprieto para mantener la posición con un atleta que venía detrás mia. Sabiendo ya que el tiempo iba a ser el que iba a ser aprovecho para saludar al gentío y agradecer que estuvieran ahí animando a los corredores y, finalmente, al ver el reloj 1:19:44 lo primero que se me viene a la cabeza es que creía que iba a ser peor. Entré 25º en la clasificación general y 7º de mi categoría.

Sensación positiva: bien competido, soportante adversidades físicas y aguantado el ritmo, aunque no el deseado, hasta el final, sin perder posiciones por flaquear.
Sensación negativa: mucho tiempo invertido para este día y sensación de haberlo tirado a la basura. Ya... la forma física ganada está ahí y es una inversión de cara a posteriores retos, pero hoy lo primero que me viene es este pensamiento.

Punto y final a este reto y mañana mismo comienza el siguiente: Maratón de Badajoz, del que aún no hay fecha oficial. A continuación os dejo los datos de mi carrera