Crónica de la Nocturna Contra el Cáncer. Pasarlo mal para terminar bien.


Estábamos ya un poco cansados de lluvia y deseábamos que llegaran las altas temperaturas para salir de ese tiempo de nadie, en el que no sabía se refrescar o calentar. Probablemente fuera así porque nuestra memoria no recordaba bien lo que es el calor "pegajoso" de Badajoz y, peor aún, competir con alta temperatura. Así, en esta V Noctura AOEX "Badajoz 1144" Todos Contra el Cancer, pudimos recordar que con menos grado se corre mejor.

Muy tocado en la llegada a meta

Volvía a competir esta semana después de decidir no hacerlo la anterior para poder hacer una semana plena de entrenos, completándola con tirada larga el fin de semana. Tocaba hacerlo en una carrera en la que no había podido participar en ediciones anteriores. Otra vez una carrera explosiva, de 5 kms, como la última en la Nocturna de Talavera. El listón lo había dejado muy arriba aquel día, así que había un poco de presión por hacer una carrera medianamente buena.

Y antes de contar cómo pasó, esta vez empiezo por la conclusión: la carrera salió muy buena. Aunque esto empecé a pensarlo una vez había cruzado la meta, analizando el tiempo realizado (17:46) y el promedio (3:32 min/km). Porque durante la carrera sufrí lo indecible para poder cruzar la meta, la agonía llegó a unos extremos que no recordaba en ninguna otra carrera y la cabeza me jugó dos malas pasadas que estuvieron a punto de que tirara la carrera a la basura.

Club Atletismo Badajoz en esta carrera
  Tomamos la salida para afrontar los 5 kms a una sola vuelta, resumidos en primera mitad de subida y segunda mitad del circuito en bajada. Empiezo a mi estilo que tan buen resultado me da: saliendo sin volverme loco e ignorando a quienes van delante. Voy a hacer mi carrera y lo de los puestos lo iremos viendo sobre la marcha.

Así en los primeros metros tenía a mucha gente por delante y, en plan broma, solté un pensamiento en alto diciendo "nos vemos más adelante". Durante el primer km intenté coger ritmo de carrera buscando el equilibrio entre un ritmo rápido que me permitiera competir arriba y la calma suficiente para que las fuerzas duraran hasta el final. El primer km en 3:27 reflejaba haber conseguido ese equilibrio. En un 5.000 es relativamente fácil hacer ese primer km mucho más rápido.


Con mi amigo Juan, antes de la salida

Adelante Chamizo se ha ido en solitario, Nino no le pierde de vista y va en su busca y por detrás un numeroso grupo de atletas. De ese grupo se va descolgando corredores a los que iría adelantando yo posteriormente, pero los que consiguieron mantenerse en ese grupo estaban bastante lejos de mi y creo que llegar ahí es casi misión imposible, porque hay gente de calidad y yo, por contra, voy corriendo solo. 

Pero empiezan las rampas de verdad hasta el km 2,5. Me habían hablado de estas cuestas tanto que las esperaba mucho más dura de lo que realmente me resultaron. Eso sirvió para seguir adelantando corredores descolgados del grupo, cada vez más pequeño. También sirvio para recortar distancias progresivamente y conseguir lo que poco más de un km atrás parecía imposible, alcanzar al grupo. Se hizo realidad en la parte más alta de la carrera, y aunque no había empleado energías con ese propósito, sí que estaba muy justo de fuerzas para mantenerme ahí. Ahora tocaba bajada e intentaría recuperar un poco de óxigeno.

Sufriendo en el último tramo

Más o menos en el km 3 adelanto a Juanjo y llego de lleno al grupo en el que intento mantener detrás para recuperar sensaciones porque los pulmones no me dan para obtener todo el oxígeno que piden los músculos. Ahí están los tres ASFAS, Víctor, Gervasio y Juan Mediero, pero en poco tiempo llegaría un momento muy crítico.

Miro el reloj para ver lo que queda y observo que vamos por el 3,5. "Queda km y medio" pensé. Acto seguido empiezo a sentir una flojedad inmensa en las piernas que no invitan a pensar que pueda mantener el ritmo hasta el final. Pero me salva el que vamos corriendo en bajada muy favorable para mantener ritmos gastando poca energía. Energía que sentía estaba agotada, pero no quería tirar la toalla todavía por si había una recuperación final y pudiera dar un hachazo de los mios.

Todos tranquilos cuando de repente se dio la salida sin avisar.


Como diría una madre: Ni energía ni energío, ni hachazo ni hachaza. Arrastrando la lengua era un éxito estar en la cola del grupito. Hemos terminado la bajada y el tramo final es prácticamente llano hasta llegar a meta. Aunque siento casi telepáticamente que están esperando un cambio de ritmo por mi parte yo ya sé que esta vez no va a llegar. Juanjo ha "resucitado" y vuelve a adelantarme. Juan Mediero también me gana la posición que le había ganado anteriormente.

Y en el último tramo vuelvo a mirar el reloj, van 4,85 km, ya queda apenas nada, pero al igual que la anterior vez empiezo a flojear y sentir un bloqueo mental que casi hace que me pare. Pero un pequeño hilo de lucidez me invita a continuar porque ya está practicamente terminado. Y así por fín cruzo la meta teniendo que, otra vez, poner rodillas en tierra hasta conseguir rebajar pulsaciones y poder concentrarme sólo en respirar.

Finalmente 9º en la clasificación general y 4º de mi categoría, y como decía antes, por lo mal que lo pasé en carrera la primera sensación es de haber tenido un mal día, pero mirando tranquilamente los datos de carrera que pongo al final la conclusión es de haber hecho una buena carrera y que mis acompañantes de batalla simplemente hoy han sido mejores que yo.

Hasta aquí la aventura de este día, si quieres acompañarme en mis carreras leyendo mis crónicas no dudes en seguirme en la página de Facebook de este blog dándole a ME GUSTA.