Intentando coger el ritmo en el I Cross Batalla de la Albuera

     Llevaba un tiempo desaparecido del atletismo tras el fiasco de carrera en el Desafío de San Fernando. A partir de ese día me tomé un descanso deportivo absoluto de dos semanas y el retorno no ha sido fácil. Entrenamientos de 7 kms a 5:30 sin que las piernas puedan dar más. 


      Estos últimos días, probablemente por la ligera bajada de los niveles de pólenes el ritmo ha ido volviendo a los entrenos y he conseguido hacer 10 kms seguidos sin dificultad. Y aunque no tenía previsto competir en La Albuera, vi que sería la única posibilidad de realizar un entreno de 12 kms.

      El plan era correr sin competir y llegar a la meta sin arrastrarme en exceso, pero cuando te pones un dorsal, quieras o no, la competición sale. Y aunque no me volví loco, llegó un momento en el que tras salir tranquilo e ir adelantando gente encontré un ritmo de carrera. Para mi sorpresa estaba corriendo a ritmos por debajo de 4:00.


      El viento da de cara y la respiración es fatigosa, incluso me permito visualizar a la gente que va delante para  intentar alcanzarlos en la segunda mitad de carrera con el viento a favor. Pero ¡zasca! ¡se acabó!. Poco a poco el ritmo iba disminuyendo (3:56-3:44-3:52-3:58-4:03-4:04) hasta que en el km 6 y pico, viendo que estaba sufriendo cada vez más para correr cada vez menos, paré de correr para recuperar el aliento. Cuando las pulsaciones fueron a menos reanudé la carrera tranquilamente para llegar a meta y punto. 


        Me adelatan algunos atletas hasta que llega a mí Dani Corbacho, que está pasando casi por lo mismo que yo,  y me anima a seguir a 4:15. Lo intento pero al final me vuelvo a quedar descolgado. Ese impulso y el viento a favor ayudaron a que mantuviera un ritmo de 4:13 hasta el final que hizo que la carrera no fuera tan desastrosa.


        Y así llego de nuevo al pueblo en solitario y cruzo la meta en 19º posición de la clasificación general. Voy rápido a la ducha para no enfriarme con la camiseta sudada y antes de irme a casa voy a meta a despedirme de la gente. Algo me dice que consulte la clasificación por si acaso he conseguido premio. Improbable por la penosa carrera y porque delante mía entró mucha gente pero ya me ha ocurrido otras veces el haberme ido y luego haber hecho podium. Y así fue, me encontré con un tercer puesto de mi categoría, que es demasiado premio para los méritos.

        Seguiremos entrenando para ir poco a poco cogiendo ritmo y, cuando pase mayo y parte de junio, volver al nivel habitual, porque ahora mismo no soy ni una sombra de lo que era. Por lo pronto el domingo participo en la Carrera de Aprosuba, en Badajoz.