Tres semanas después de competir en Orellana nos enfundamos de nuevo la blanquinegra. Este domingo toca otro 10 mil metros, Valdebotoa. Dicen, comentan, se cree, que es un 10 mil muy llano, muy rápido, apto para hacer marca, pero yo tengo mi propia opinión sobre esta carrera, y es que es muy engañosa.
Llegada a meta en Orellana celebrando una buena carrera |
Todos los calificativos anteriores hacen que te confíes y te lances por encima de tus posibilidades, en el regreso al pueblo, en la segunda mitad de carrera, el llano pica hacia arriba, la más mínima brisa se vuelve en esa pista en un viento despiadado que no encuentra obstáculo, el calor se acrecienta por la humedad de los huertos colindantes.
No voy a decir que sea una carrera objetivamente dura, pero sí es una carrera de las que se atraganta muy fácilmente. Así que vosotros tirad para adelante, que luego ya si eso...
Comentar que corro prácticamente en casa. Muchos entrenamientos en verano por la pista del recorrido al calor del Sol que aún no se había puesto. También decir que el circuito tiene una peculiaridad que me gusta encontrarme en las carreras, que te cruzas con todos los atletas con el pelotón muy estirado, dando pie a recibir los ánimos de los compañeros y poder saludar aunque sea con el pulgar hacia arriba.
Podía decir que no voy fino, que los últimos entrenamientos no están siendo de buenas sensaciones, etc... y realmente es lo que pienso. Pero la realidad es que después en competición estoy rindiendo a buen nivel y parece que previamente me estoy poniendo el parche. Así que, aunque me encuentro cansado (la semana pasada 97 kms), creo que me va a salir una carrera muy buena.