Estamos en primavera y muchos de los que leéis esto sabéis lo que supone a la hora de rendir físicamente. La capacidad pulmonar se reduce y la sensación de fatiga es constante, y esto es algo que no lo corrige el descanso. Puedes parar y esperar a que llegue el verano para retomar los entrenos o puedes asumir que tu rendimiento será mucho menor y aguantar "el chaparrón" durante casi dos meses. Tienes una tercera opción que es tirar de masoquismo y correr un 5k para no olvidar lo que es el sabor a sangre al terminar la Nocturna de Talavera la Real.
Ultimos metros en recta de meta. Foto: Organización |
Los entrenos últimamente me estaban saliendo pésimos, con fatiga muscular y pulsaciones por las nubes en rodajes suaves. Con entrenos de calidad incompletos o cancelados por este motivo, lo normal hubiera sido no plantearse correr esta carrera, pero este año he tirado de orgullo y la estrategia es no perder mucho en esta época y llegar al principio de verano en las mejores condiciones, por eso correr esta rápida carrera sería obligarse a hacer un entreno de calidad.
Y allí nos presentamos en una tarde noche bastante fresca y con algo de viento para intentar disfrutar de esta carrera. Y digo intentar porque estaba convencido de que iba sufrir lo indecible. Pero también se trataba de encontrarte con la gente y disfrutar con la familia del post carrera que ofrecía la organización en la zona de salida y meta. Sé que voy a estar a años-luz de mi mejor carrera aquí, en la edición de 2018, cuando la completé a ritmo medio de 3:24.
Tras cuatro kms de calentamiento me presento en la ancha línea de salida dejando que los más rápidos sean los que ocupen las primeras líneas. Situado en uno de los laterales de la calle me doy cuenta que tendré que hacer una salida rápida para pasar al centro de la carrera ya que unos cien metros más adelante se producía un embudo con las vallas de meta.
Estamos ya en marcha y a pesar de no querer acelerarme sé que la intensidad es alta. En estos primeros metros hay mucha gente por delante pero ahora toca poco a poco ir ganando esos puestos. Al principio muchas posiciones de golpe y posteriormente más progresivamente.
Aunque quiero controlar mucho las sensaciones el riesgo de reventón esta ahí por las condiciones físicas que antes comentaba, pero me encuentro muy bien a pesar del ritmo alto. Ritmo que supongo alto porque no miro el reloj en toda la carrera para no condicionarme. No lo sabía, pero el ritmo en los dos primeros kms fueron de 3:33 y 3:41.
Terminando la primera vuelta me he quedado sólo en tierra de nadie. A quienes he adelantado se ha quedado muy atrás y por delante tengo un grupo de unas siete personas unos 100 metros.
Al empezar la segunda vuelta he ganado confianza porque estoy aguantando bien y sé que puedo terminar la carrera yendo a más. El grupo de delante tiene buen correr, van juntos y es difícil de alcanzar pero, por estadística, alguno de ellos no podrán aguantar hasta el final y bajarán el ritmo, así que no hago intento de ir a por ellos y me dedico a mantenerme y esperar.
km 3 en 3:41 y el grupo de delante empieza a disgregarse. ¡Nos vamos de pesca! Alcanzo primero a un atleta y al poco llego hasta la primera chica de carrera y un atleta que Montijo que corrían juntos. Me quedo tras ellos unos metros para recuperar un poco de sensaciones, porque cuando digo que voy bien es que sé que voy a aguantar hasta el final a esa intensidad, que no quiere decir que no lo haga sufriendo. Así que en esos metros intento recuperar algo de aliento para posteriormente ganar esas dos posiciones y seguir firme hasta meta.
km 4 en 3:43 y estamos en el último km. En mi objetivo de llegar a meta sin claudicar voy acercándome a más atletas pero me van a faltar metros para rebasarlos. Y así ya en recta de meta no hay opción más que a ganar algunos segundo más y sacar una velocidad media de carrera decente.
Un pódium ni mucho menos esperado. Foto: Ana Mª García.
Cruzo meta en un tiempo de 18 minutos y 3 segundos, con un puesto 26º de la clasificación general y un 3º puesto de mi categoría.
Alegría inmensa por hacer un 5k con una media de 3:39 que invita al optimismo de pensar que si he sido capaz de correr a este ritmo en estas condiciones, cuando pase la primavera y habiendo entrenado bien el verano puede ser muy productivo.