A por la décima vez, en la Zurich Maratón de Sevilla

El próximo domingo vuelvo a correr una maratón. Será la décima ocasión que corra la mítica distancia y la segunda vez que lo haré en Sevilla. Me prometí que esta temporada no me obsesionaría con las maratones y, si todo va bien, voy a hacer tres, dos de ellas en el próximo mes. En octubre corrí la de Lisboa, en marzo estaré en la de Badajoz, pero ahora la que ocupa mi mente es la Maratón de Sevilla.

Mis 9 maratones 2013-2019

Al terminar la Maratón de Badajoz del año pasado me propuse que, al menos durante esta temporada, no iba a seguir un plan exhaustivo de maratón ni iba a intentar bajar mi marca en los 42 kms, sino que si corría alguna la haría de una forma más relajada. A la de Lisboa, en octubre, me presenté con lo justo para terminarla y salió bastante bien, disfrutando mucho.

El planteamiento de entrenos para la Zurich Maratón de Sevilla de 2020 ha sido un poco más exigente pero sin llegar al encasillamiento diario de un plan. (el fiasco de Badajoz del año pasado aún tiene que curar). Con esto busco hacer un buen tiempo sin necesidad de que sea mi mejor tiempo.

Ha habido varias tiradas de 30 kms, ha habido muchas series específicas de maratón y muchos entrenamientos en umbral de lactato con varias semanas por encima de los 100 kms, pero también ha habido semanas de 60 o 70 kms porque había competiciones a las que quería llegar descansado. En definitiva, no me he obsesionado como en otras ocasiones con llegar lo mejor posible a la salida de la maratón.

No me he querido fijar un objetivo de tiempo final para que esto sea tan distendido como me propuse, aunque también es verdad que llevo entrenamientos suficientes como para que el tiempo sea muy bueno. ¿Cómo de bueno? Esa es la incógnita que se verá resuelta cuando cruce la meta si no hay ningún problema.


La estrategia de carrera es correr por sensaciones, buscando un ritmo al que me encuentre cómodo y no ir forzado. En principio me había fijado un ritmo que no podía rebasar a menos, que era el de 3:53, pero tras el famoso test de Gavela, he decidido que ese ritmo no sea inferior a 3:57, ya que quizás no estoy tan bien como quiero creer que estoy. No obstante quiero correr sin ir pendiente del reloj.

A ver si con un tiempo decente consigo sacarme el mal sabor de boca que me quedó la única maratón que hice en Sevilla, en 2017. Lo peor que te puede pasar es no encontrarte bien desde el km 1; pues fue exactamente lo que sucedió en aquella ocasión. Desde entonces, cuando me nombran esta carrera me viene un sentimiento un tanto negativo por lo que costó cruzar la meta, pero quiero que sea todo lo contrario, y para ello el domingo intentaremos mejorarlo en todos los sentidos.