Crónica de mi carrera en Guadiatón 2019. Por fin sub 36 en 10K

        El pasado domingo ha sido, para mí, uno de esos días que justifican los sacrificios a los que nos sometemos los que nos dedicamos a esto de correr como aficionados. Porque un atleta profesional se sacrifica más justificadamente porque correr es su trabajo pero un aficionado lo hace únicamente como reto personal. El nivel de sacrificio de uno y otro no es comparable, está claro, pero madrugar para entrenar, esa sesión de calidad el día que no apetece nada o cuidar un mínimo la alimentación son ejemplos de actos que llevamos a modo de inversión, sin tener en cuenta si vamos a tener recompensa.

Ultimos metros, "vigilando" el crono.

     Hace justo cinco años, en la cuarta edición del Guadiatón, conseguía hacer por primera vez un 36' en un diez mil. Desde entonces me propuse como uno de mis retos bajar en los 10 km a menos de 36 minutos. Muchos intentos con picos de forma muy buenos, todos sin conseguir el reto. Tanto es así que había asumido que en esta distancia no iba a conseguirlo y que donde tenía más margen de mejora era en carreras más largas como media maratón y, sobre todo, maratón.

    El domingo se disputaba la 9 edición de esta misma carrera. Prueba con mucha aceptación porque es muy rápida y hay buen ambiente. Este año no hacía mucho frío pero sí que hacía un viento incómodo, no tan fuerte como los días anteriores con el temporal pero suficiente como para no pensar en buenos tiempos. Mientras calentaba con mi amigo Juanjo Mateo comentábamos que el día estaba para competir y para luchar posiciones para acabar lo más arriba posible, porque iba a ser dificil fijarse un ritmo alto y mantenerlo.



     A las 11:00 horas se da la salida. La carrera pronto se define en que los tres primeros, Jorge González, Alberto Pitarch y Juan Domingo, abren distancia con el resto. Por detrás hay un grupo muy numeroso, con un ritmo más asequible, al que poco a poco, tras adelantar a varios corredores, consigo alcanzar. Esto sería a la altura del kilómetro y medio de carrera. He conseguido llegar hasta ahí corriendo a mi ritmo por lo que ahora puedo correr refugiado en la cola del grupo un poco más "tranquilo".

      El aire da de cara y poco a poco el ritmo empieza a disminuir, miro el reloj y vamos a 3:55, "vamos demasiado tranquilos, ¿no?" le comento a Juanjo que corre a mi lado. Pero espero al próximo giro a la derecha en que el aire será favorable durante varios kms.

      Efectivamente, tras la curva hay un cambio de ritmo drástico. Se empieza a correr a menos de 3:30 y el grupo se estira hasta que se rompe. Ahora se corre en pequeños grupos o en fila india.


      Al paso del km 3 noto que voy algo forzado quedando más de la mitad de carrera, pero confío en que me vaya encontrando mejor algo más adelante. Voy alternando posiciones con algunos corredores y adelantando a otros, pero no me fijo en ello sino en correr como mejor se me da: por sensaciones, olvidándome de seguir a unos u otros.

      De esta forma y con un ritmo ya por encima de 3:30 voy poco a poco recortando distancia con los de delante y ganamos posiciones. De vez en cuando miro el reloj para comprobar la distancia restante y según pasan los kms voy ganando confianza en mis posibilidades de mantener la intensidad, sobre todo ahora que llega lo más difícil. A la altura del km 6.5 vamos a girar de nuevo a la derecha y el factor favorable del viento pasa convertirse en una dificultad añadida, pues ahora da de costado.

       El ritmo baja pero el nivel de esfuerzo y empuje sigue intacto. Mi mentalidad es de decirme "corre, que ya llegarás a meta" intentando abstraerme de puestos y ritmos. Demasiado tenía ya con aguantar el esfuerzo en el último cuarto de carrera. Así recorremos los últimos  3 kms por el perímetro del pueblo, pero lo mejor estaba por llegar  y yo no lo sabía.

        En la penúltima recta, antes de la recta de meta, veo que voy a alcanzar a un corredor más, esto me motiva y acelero el ritmo casi hasta el límite. Y al tomar la curva a la izquierda y empezar a ver meta miro por curiosidad el tiempo que llevo desde la salida ¡35:30! Me llevo una enorme sorpresa y veo que es factible no pasar al minuto 36. Esos 300 metros se me hicieron interminables, corriendo a tope y mirando como pasaban los segundos en el crono de meta.



Satisfacción en meta.
       Finalmente lo consigo, entrando en meta con un tiempo oficial de 35:54, en 14º posición de la clasificación general y 5º de categoría, encontrándome sin buscarlo mi mejor marca en los 10 kms.

       En ningún momento de la carrera fui consciente de que podía conseguirlo. La sensación de ir frenado por el viento en los últimos kms y que las pocas veces que miraba el ritmo de carrera en el reloj éste era de 3:38 o superior hizo que ni me planteara esta opción. Quizás gracias a ello pude correr más liberado y ser consciente del premio sólo al final de la carrera.

       Próxima parada San Silvestre Pacense, también de 10 kms, aunque las circunstancias será otras, sobre todo a lo que se refiere a horas de sueño la noche antes. 

       Os dejo los datos de la carrera. Decir que le di a "comenzar" al reloj unos metros después de la salida, por eso me sale menos distancia que al resto.