Hay días en los que te presentas a una competición con un mar de dudas sobre la carrera que te va a salir. Hoy era mi caso en la VII Media Maratón de Valdigüelo, en Santa Marta, en donde me presentaba con las piernas muy rápidas en los últimos días pero muy escaso de entrenamientos largos y nulo de ensayo de cuestas. A la vista de las dos últimas semanas podían pasar dos cosas: Sucumbir en los últimos kms por falta de fondo o salir una carrera de las que se quedan en mi memoria. Y por fortuna se dió el segundo caso.
Podium general masculina |
Saliendo de casa temprano, aún de noche, quedan 45 minutos de camino hasta Santa Marta. Voy bien de tiempo, he desayunado tranquilo y en la calle la temperatura es fresquita y sin viento. Las primeras pinceladas de día se presentan de cara. Llego a la finca en donde es la salida una hora antes y me acerco al kiosko a tomar un café con tranquilidad. Allí aparece Fran con todos los dorsales del club ya recogidos y sus respectivos chips para las zapas. Poco por lo que preocuparse.
Unos 25 minutos antes de la salida hacemos un par de kms de calentamiento y sin más nos plantamos en la línea de salida para que los jueces de la Federación Extremeña den la salida. Tengo intención de dar todo lo que tengo pero no voy a volverme loco desde el principio, un poco con la incógnita de como es el nuevo recorrido que ya se hizo el año pasado pero yo no participé.
Tomo la salida y tengo mucha gente alrededor, pero no me agobio. Esto es muy largo y el perfil se complica lo suficiente como para que cada uno vaya a su sitio de forma natural. Al salir al camino más ancho me situo en la parte más a la izquierda y voy ganando posiciones. Adelante del todo se ve a Juan Domingo a lo suyo, escapando en solitario, y por detras una serie de atletas. Habia que considerar entonces que corríamos juntos los del cross y los de la media maratón y que al llegar a la separación de ambas pruebas veríamos cómo quedarían las posiciones.
Al empezar la primera subida, poco más de un km después de la salida, ya he llegado a la parte delantera de la carrera. Ahora a resolver la incógnita de cómo se me dará la subida. Las primeras sensaciones no son buenas aunque voy aguantando, pero va pareciendo que no dentro de mucho tocará caminar. Pero poco a poco voy cogiendo un paso corto y decidido que me hace optimizar el esfuerzo, como cuando un ciclista consigue sentirse cómodo encima de la bicicleta. Eso me pasó en esta subida, porque sin dejar de subir me fui encontrando mejor, alcancé a los primeros atletas del cross y fue el primer año que llegué arriba sin tener que parar a caminar.
En esa cima comienza la zona desconocida y coincide la bifurcación de los atletas del cross y de la media, comenzando la bajada. Antes de que empiece a hacer cábalas sobre mi posición actual me alcanza Victor Parra, del Atletismo Santa Marta y me comenta que corramos juntos mientras podamos. Echando cuentas deducimos que delante sólo hay dos atletas, Juan Domingo y el incombustible José Pérez del Fregenal. Esos kms junto a Victor se hacen amenos pues vamos charlando de aspectos de la carrera y sobre cómo debemos enfocarla para llegar "vivos" a meta.
Bolsa del corredor + premio por podium |
En esa primera bajada nos alcanza y nos sobrepasa Raul Guerra, del Alburquerque. Poco a poco y entre comentarios y charla sobre geles deportivos nos vamos presentado en las proximidades de la segunda dura subida. Víctor me explica cómo es el nuevo recorrido y me cuenta que la próxima subida es una de las largas bajadas de anteriores ediciones. Me gusta, porque es un subida larga pero en donde se puede correr. Si me adapto como lo hice en la primera todo irá bien.
Al llegar me cojo mi paso e inclinación idóneo para la subida, como si en bicicleta metiera el plato chico. Víctor se queda algo rezagado, pero sé que en la bajada me va a alcanzar. Me voy sintiendo genial y me motiva que tengo a Raúl cada vez más cerca hasta que lo alcanzo y llegamos juntos arriba. Volvemos a pasar por parte del recorrido que hicimos antes, el de la bifurcación pero esta vez tomamos el camino que antes tomaron los del cross. Psicológico es que esto significa que nos encaminamos a la zona de meta, aunque aún quedan casi 7 km. Los kms se me están pasando muy rápidos, y esto es buen síntoma.
Cuando parece que he cambiado de compañero de viaje nos alcanza Víctor Parra en la bajada. Un grupo de tres optando al tercer puesto de la clasificación general, esto pinta entretenido. Lejos de cambios de ritmos y vigilarnos seguimos haciendo comentarios sobre nuestro estado y sobre la carrera. No quiero decir que fuéramos de rositas pero por detrás no se intuía a nadie y los tres íbamos muy iguales de ritmo y fuerza, por eso íbamos de cara y nos permitíamos esta distracción. Mis piernas notan algo de cansancio pero siguen desenvolviéndose bien.
Los tres primeros nada más cruzar la meta |
Saliendo al camino que conduce a meta seguimos los tres juntos, pero justo cuando se desvía a la izquierda para afrontar los últimos toboganes Víctor se descuelga y me quedo sólo con Raúl. Tengo la sensación de que en algún momento se va a ir hacia adelante pues me parece que va más entero. Aún así vamos corriendo juntos, aunque más tiempo tomando yo la iniciativa que él.
Llegados al último avituallamiento ahora sí afrontamos el último tramo hacia meta. Un tramo que es favorable y ya sin dificultad en el perfil. Sigo tomando la delantera pero aumenta la sensación de que en algún momento Raúl me va a hacer un cambio de ritmo, pero sus cartas no son las que yo pensaba y nos acercamos al último tramo, el de entrada a la finca. Cuanto más tiempo nos acerquemos juntos a meta más confianza tendré en mí, pues sé que mi sprint es bueno aunque esté escaso de fuerzas.
En ese momento de visualizar la meta vamos corriendo a la par y doy aviso de que voy a disputar esa tercera posición. Al principio Raul acepta el reto y aguanta a mi lado pero pocos metros después me dice que no está para forzar más y que tire adelante. Dicho y hecho, aprieto el ritmo todo lo que puedo, pasando la última curva ya en recta de meta y mirando el retrovisor por si acaso.
Fin de carrera con brazos en alto. Para algunos un tercer puesto no significará mucho porque tengan mucha calidad como para optar a más, pero para mí, y supongo que para la gran mayoría, terminar tercer clasificado en una media maratón como ésta, con más de doscientos competidores, supone un importante logro que hay que saber apreciar y, por qué no, celebrar.
Tercero de la clasificación general, con un tiempo de 1:26:20, a una media de 4:11, pero sobre todo con sensacion de estar fuerte físicamente. Las dudas sobre mi nueva forma de entrenar se van despejando poco a poco y me hacen ver que no estoy equivocado. Pinchando aquí puedes ver los datos de mi carrera volcados a Strava.
Al terminar nos quedamos a disfrutar de la buena organización, con su comida y su bebida y una bolsa de corredor infinita y unos premios de carrera generosos. Dar la enhorabuena a la organización porque año a año se supera, y a mejorado al que, a mi entender, era un punto flojo: el de las duchas, que nunca atinaba a llegar y que estuvieran abiertas. En esta ocasión el autobus te recogía en meta y te dejaba en el pabellón y al salir de la ducha el mismo autobús te llevaba a la fiesta del atletismo que tuvo lugar en Santa Marta.