La importancia de correr cubierto por un seguro.

     Hace unos días a un compañero de fatigas del correr, del que no voy a decir su nombre, le ocurrió un inoportuno percance mientras entrenaba. Una mala caída con fractura ósea que además requería operación inmediata para reparar el daño. La serie de acontecimientos que sucedieron a raíz del accidente unido a la información que a todos nos llegaba de un maratón que tuvo lugar en España me hace ponerme alerta en lo relativo al aspecto de quién cubre nuestra salud en determinados casos.

    Resulta que este amigo acude de inicio a Urgencias de la Sanidad Pública desconociendo la gravedad de su lesión pero lleno de dolores y una dudosa asimetría en su cuerpo. Tras una radiografía, le hacen un "remiendo" y lo mandan para casa con diciéndole literalmente: "vuelve dentro de cinco días y ya veremos que hacemos contigo". 

     Este atleta resulta que se ha federado para esta temporada y no conforme con el diagnóstico al día siguiente hace averiguaciones y comprueba que puede hacer uso del seguro de la Federación Extremeña de Atletismo a pesar de no haber ocurrido compitiendo, ya que entrenaba para prepararse para una prueba federada (al día siguiente corría el Trofeo Diputación de Cáceres de Campo a Través). Unas llamadas, unos correos electrónicos y esa misma tarde estaba en la consulta de una clínica privada atendido por un Cirujano Deportivo. Nuevas pruebas y comprueba que con el "remiendo público" ya puede pegarse un año de reposo que no iba a conseguir nada, que la solución era operarse. Tres días después ya se encontraba operado en dicha clínica y en cuanto termine el reposo post-operatorio comenzará con la rehabilitación. Antes de que finalizara el plazo de cinco días que le dieron en Urgencias de la Pública ya estaba este señor en su casa y operado.

     ¿Os imagináis este mismo proceso a través de la Sanidad Pública? (diagnóstico, operación, rehabilitación...) Cierto, mejor ni imaginárselo.

    Desde aquí romper una lanza en favor del atletismo federado. ¿Queríais beneficios tangibles? Pues he aquí uno muy claro. Y tiramos del ejemplo negativo ya que es difícil transmitir las sensaciones  de la competición federada si no se prueba. 

     Pero esta reflexión no la quiero quedar aquí. Enlazo todo lo anterior con lo que le ocurrió a los irrespetuosos atletas que corrieron con dorsal fotocopiado en una conocida maratón española y que al tener que ser atendidos por personal sanitario (ambulancias, hospitalización, pruebas, etc) y no estar cubiertos por el seguro de la prueba han tenido que pagar de su bolsillo una importante cantidad de dinero a la Sanidad. No somos conscientes de lo que cuesta la sanidad hasta que no nos toca pagarla directamente.

      Resulta que a mi compañero le "dieron largas" en la Urgencia Pública porque estaba federado. Entendían que era el seguro de la Federación quien debía de hacerse cargo. Realmente hicieron lo que hay que hacer y más en los tiempos de recortes en los que andamos. Finalmente fue así y dicho seguro le cubrió pero...  ¿Sabías que si tienes un incidente en una competición y no estás cubierto por un seguro lo tienes que costear de tu bolsillo porque la Sanidad Pública sino no se hace cargo? Se las saben todas, como es su obligación, y os derivarán al seguro de la carrera de turno. Y estoy hablando de competición, no de que este incidente lo tengas mientras entrenas por tu cuenta, que eso, suponemos, si lo cubre.

       Así que especial cuidado con esa proliferación de pruebas que advierten en su reglamento cosas como "EL ATLETA CORRE BAJO SU RESPONSABILIDAD" y que no tienen contratado un seguro porque si te ocurre algo la responsabilidad va a correr a costa de tu bolsillo. Y vamos a pensar en daños menores porque como sea algo grave que requiera muchas atenciones podemos ir pensando en hipotecas u organizar una carrera con nuestro nombre en beneficio de pagar la factura sanitaria.

      Pero esto es España y aquí hasta que no ocurren las cosas no ponemos remedio ni actuamos. Tendrá que pasar algo, algún accidente, más leve o más grave, que algún atleta se encuentre en situación de desamparo y tenga que ir por libre, para que estas alegrías a la hora de organizar eventos no sean atajadas o incluso sancionadas; y ya no alegrías por parte de los organizadores sino alegrías también por nuestra parte de participar tranquilamente sin ser conscientes de las consecuencias que pudieran derivar a sabiendas de que hemos sido advertidos de que no se dispone de seguro.