Regreso a la competición este domingo en Puebla de la Calzada

      Larga ha sido la penumbra competitiva desde la última prueba que corrí en Sevilla en febrero  de 2020.  Sin parar nunca de entrenar, unas veces con más intensidad y otras con menos, pero siempre con las "armas" preparadas porque el día del regreso podía ser en cualquier momento y no quería que me pillara de cualquier forma. Aún me parece mentira pronunciarlo pero por fin regreso a la competición este domingo.



     Y ya que lo volvemos no lo vamos a hacer de cualquier manera. Será una media maratón, cuando está empezando a azotar bien los niveles de alergia y con unas temperaturas que se prevén elevadas. Pero como dice el refrán, sarna con gusto no pica, y será un verdadero placer estar presente en esta carrera en Puebla de la Calzada.

    Como no podía ser de otra forma, el principal objetivo será volver a sentir esa sensación casi olvidada de todo lo que conlleva una carrera: la tensión los días previos, la planificación de la semana para llegar a punto, el nerviosismo de la línea de salida, el ambiente, la dosificación de fuerzas durante la carrera y volver a ver a amigos y amigas que hace tiempo no veo. Sabiendo que no será casi nada igual que cuando lo dejamos, pero impaciente estoy de que llegue el día.



      Deportivamente me encuentro preparado para afrontar 21 kms con intensidad. Esta carrera servirá para saber realmente cómo estoy físicamente y también, como carrera que es, cómo estoy respecto del resto de compañeros. Porque uno ve los entrenos de los demás y aquí todo el mundo va como una moto y siento como si todos hubieran progresado menos yo, pero la competición es otra historia y particularmente se me da mejor que entrenar.

     ¡Endorfinas a raudales, que vuelve la competición!