Media Maratón de Plasencia. Me faltó hacer lo que mejor se me da.

Algunos años ya de experiencia en las carreras me han enseñado a plantear bien las carreras, incluso sobre la marcha una vez tomada la salida, pero aún así hay ocasiones en las que te dejas llevar por el calentón inicial, no regulas adecuadamente las fuerzas y luego terminas echándolas de menos en los últimos kilómetros. Eso es lo que me ha pasado hoy en la Media Maratón de Plasencia.


Tras dos horas de viaje llego a Plasencia con la familia con una hora de antelación, por lo que me da tiempo a cambiarme y calentar tranquilamente, ya que Fran ya me había recogido el dorsal.

Primero se da la salida al único participante en la carrera de bicicletas adaptadas y un minuto después al resto de corredores. Estoy bien posicionado antes de empezar y cuando comenzamos a correr no quiero que me adelante mucha gente y lo hago algo más acelerado de lo normal.

Los tres primeros, entre los que están Paixao y Núñez, se distancian rápido. Por detrás hay un grupo de unos cinco corredores y unos metros detrás voy corriendo yo solo. Poco a poco los voy alcanzando hasta que al final llego a ellos. Corriendo por las calles de Plasencia hay un sube y baja constante, pero sobre todo bajadas que hace que vayamos lanzados. Los tres primeros kms me han salido en 3:39 - 3:26 y 3:29. 



El primer error fue no haber permanecido dentro de ese grupo. Me vi bien y me puse en la parte delantera con mi amigo Alan e incluso me dejé llevar llegando a dejar al grupo atrás intentando una aventura en solitario. Pero no llegué a despegarme.

Ya corremos en llano y el ritmo sigue siendo alto para una media maratón. Los kms 4 y 5 los hago en 3:30 y 3:32, pero como voy corriendo sin mirar el reloj no soy consciente de esos ritmos aunque sí me noto muy acelarado para esas alturas de carrera. Pero ya hemos entrado en una dinámica que en la que es muy difícil tener la mente fría, bajar el ritmo y permitir que todos te rebasen.

Todavía por Plasencia me rebasan dos atletas de los que me siguen y se van hacia adelante. Salimos al paseo que está al margen del río Jerte dirección a la Vinosilla y ahora sí (demasiado tarde) me abstraigo de la competición y me marco un ritmo de crucero. Por delante veo a un atleta a unos 30 metros y delante de él a otros corredores y por detras parece que abro hueco. Por aquí ya vamos a ritmos de 3:45 y veo que no se me van. El camino es de cemento.

Con Fermín, Alan y Fran

 Subiendo a contracorriente del río sobre el km 12 o 13 no veo el momento en que crucemos al otro margen y empezar con el último sector de la carrera. No voy sufriendo pero estoy en la delgada línea de que en cualquier momento puedo reventar. Al fin cruzamos y me da para mirar atrás y ver que un atleta lo tengo relativamente cerca hasta que al final me alcanza. En cambio al atleta que antes tenía a la vista sigue a la misma distancia y estoy a la espera de que en cualquier momento caiga pues parece que no va bien.

Acercándonos a Plasencia me adelantan otros dos a atletas y caigo a la 10ª posición. Tengo la esperanza de que llegado el último tramo las cuestas hacia arriba me vengan bien y pueda a alcanzar a los atletas que van delante. Los que me adelantaron van en progresión y dejo de verlos, pero los que tenía al alcance al salir de Plasencia siguen estando a tiro.

Entramos por el Parque de la Isla, el camino es de tierra pero las últimas lluvias lo han dejado blanco y un poco embarrado y resbaladizo. Las piernas acusan esa dificultad y me empiezo a venir un poco abajo, pero me sigue motivando que tengo al atleta de delante ya a 10 metros. A estas alturas de carrera ganar una posición puede suponer conseguir podium o no.

Salimos del parque y empezamos a callejear por el casco histórico de Plasencia. Como ya me habían avisado las calles son en pendiente hacia arriba. Aunque voy tocado ya casi he alcanzado al que va delante. Cambio de calles, pequeñas bajadas, duras ya las subidas y casi cuando lo tengo ahí me vengo abajo definitivamente.



Estamos en el km 19 y se me escapa poco a poco, y aunque sigo teníéndolo ahí hasta cruzar la meta sé que me va a ser imposible alcanzarlo pues se han acabado las reservas y no tengo margen para poder cambiar de ritmo y apretar al final.

Al paso del kms 20 y chaval de la organización me da animos y aprovecho para preguntar si alguien me sigue, a lo que me contesta que por detrás no viene nadie y  no me van a coger. Voy tocadísimo y me conformo con esto. He reventado definitivamente, voy corriendo a 4:45, pero la buena noticia es que ya se escucha la megafonía y que nadie ya me puede alcanzar. Una pena que no tuviera un puntito más pues el atleta de delante también ha pinchado y está ahí, a la misma distancia de siempre y, viéndo después la clasificación, alcanzarle hubiera supuesto ser 3º de mi categoría. En meta sólo me sacó 12 segundos.

Al final un tiempo de 1:18:45, en una media maratón de 20,6 kms, terminando 10º de la clasificación general y 4º de mi categoría. Satisfecho porque a pesar de pasarme en los primeros kms he aguantado y sólo lo acuse al final, pero viendo el ritmo medio de 3:48 queda claro que me equivoqué en el planteamiento.

Esta carrera, regulando bien y corriendo como siempre lo hago, hubiera sido para hacerla a ritmo de 3:41 o 3:42 como muy lento. Pero es fácil decirlo ahora y no venirse arriba cuando te ves en 5ª posición. 

Dejamos de competir y afrontamos las últimas tres semanas hasta la Maratón de Sevilla del 23 de febrero.