Más de cuatro meses después de mi última carrera, este domingo volvía a competir. Mucho antes de lo que entraba en mis planes mientras estaba recuperando de la lesión, y como además tenía buenas sensaciones en cuanto a nulo riesgo de recaída elegí una clásica para hacerlo: el Cross Peña del Aguila de Villar del Rey.
Ultimos metros de la carrera. (Foto Dani Corbacho) |
Sabiendo que podía emplearme a fondo, tenía cierto respeto a sufrir una buena "petada" en toda regla, ya que la cabeza tiene grabados unos ritmos que las piernas ahora mismo no pueden seguir, y si me pasaba de rosca al principio el tramo final podría ser un calvario. He de decir que, como supongo que todos, también imaginaba la carrera perfecta, en donde pareciera que no acusara la baja forma... después ya me caí de la cama y se me pasó.
En línea de salida me coloco en un segundo plano para no estorbar a los que iban a ir más rápido. De principio corro observando las sensaciones y cómo respondían las piernas, parece que voy un poco más rápido de lo que creo que puedo aguantar, pero sin tener nada que perder me dejo llevar. (3:57-3:39-3:41 los tres primeros kms)
Con mi amigo Manolo al terminar la carrera |
Los primeros kms voy ganando posiciones hasta que llego al tope posible y toca guardar la ropa para mantener lo alcanzado. Llegando al pantano ya he perdido algo de fuelle, me han adelantado Javi Fernández y Juanjo Rodríguez, pero sigo manteniendo intensidad en las piernas a pesar de llevar las pulsaciones por las nubes casi desde el principio.
Hasta aquí, y también hasta el final, voy disfrutando de competir, de las pulsaciones altas, de luchar las posiciones. ¡Sí, ya tocaba!
Hasta aquí, y también hasta el final, voy disfrutando de competir, de las pulsaciones altas, de luchar las posiciones. ¡Sí, ya tocaba!
He llegado a la "pared" vivo. Pasado el muro del embalse empieza la rampa y sufro un momento de debilidad mental que me lleva a caminar unos cinco segundos. Pero pienso "¡que cojones haces??!!". Tengo piernas para hacerlo corriendo, aunque sea despacio, y así hago hasta el final de la cuesta.
Y de ahí hasta llegar a Villar del Rey siguen dos kms de bajada. Tras la cuesta recupero las pulsaciones y aprovecho para darle movilidad a las piernas, a modo de entrenamiento, ya que por delante nadie es alcanzable y por detrás tampoco nadie va a llegar hasta mí. Así que me dejo caer todo lo rápido que puedo alcanzando en algún momento el ritmo de 3:10. Todo esto me sirve para coger confianza y saber que correr muy rápido no me va a traer consecuencias negativas.
Ya en Villar del Rey correspondo los ánimos del público saludando y entro en meta sin muchos agobios. Tiempo final oficial de 44:15, puesto 20º de la general y 6º de mi categoría. Sin duda, lo mejor es el ritmo medio de la carrera, 3:59, impensable para mí antes de tomar la salida, con sólo dos semanas de entreno en mis piernas. CLASIFICACIÓN OFICIAL.
Conocemos ya cual es el punto de partida y en que situación estamos. Ahora a entrenar con cabeza para alcanzar el punto óptimo a su debido momento. ¡Volveremos a estar ahí arriba!