Soltando "carbonilla" en las cuestas de la III Carrera por La Diversidad "Los Palomos"

     La mayoría puede no entender que terminando 4º clasificado de la general y 3º de mi categoría (fusionadas dos categorías de las habituales), diga que no me ha salido buena carrera. Pero si analizamos detenidamente algunos aspectos del desarrollo creo que tengo justificación para poder decirlo. Por otro lado estoy muy satisfecho de que en pleno mes de mayo haya corrido de forma competitiva una carrera de 10 km con cuestas. Todo esto ha pasado en la mañana de este domingo en la III Carrera por La Diversidad "Los Palomos".



     Para empezar hay que decir que hoy quedé 4º porque han faltado muchos "galgos" hoy en línea de salida de los que "tocan las narices". Los ritmos que he llevado durante la prueba son para haber quedado mucho más atrás si la gente se hubiese animado a estar hoy en la Plaza Alta de Badajoz. Este mismo mes, con sensaciones similares a la de hoy, en Don Benido, siendo Campeonato de Extremadura de 10km, finalicé el 28º. Pero lo que yo digo a otros hoy me lo digo a mí: no han estado pudiendo haberlo hecho, por tanto ese 4º puesto es muy digno y merecido.

        Por otro lado los ritmos de carrera han estado muy lejos de lo habitual en mí en otros momentos de la temporada. Cierto que había que contener mucho para llegar con fuerza a los últimos kms, en una carrera con cuatro subidas muy puñeteras, pero en mí, correr en llano a 3:50 y no marcar la diferencia en la subida, es algo que se queda muy lejos de lo que puedo hacer.

        Y esa es la explicación de que un 4º puesto no es suficiente para decir que ha salido una buena carrera. Que no ha sido mala tampoco, pero el potencial que tenemos es para ofrecer más de lo que hoy ofrecimos. No me flajelo, y me voy a quedar con el comodín de la primavera, pero llega el verano y el margen alérgico habrá llegado a su fin, por lo que habrá que entrar en el periodo estival con las pilas puestas.


       La carrera no fue rápida, salvo para quien ganó la carrera, Francisco Javier Canelada, al cual desapareció tan pronto por delante que no fui consciente de que lideraba la carrera, pensando en todo momento que iba una posición más adelante de la que al final terminé. Por delante mía Jesús Montero y Juan Parejo, de ASFAS, a tiro de piedra, sin distanciarse en exceso.

       Paso así la primera de las cuatro vueltas, corriendo juntamente con los que iban a los 5 kms, a dos vueltas. Intentando guardar fuerzas y esperando que delante fuesen tan generosos en el empeño que terminaran pagándolo al final. Yo iba a mi carrera, sin intentar seguir a nadie ni impedir que nadie me alcanzara. 

       Si dividimos cada vuelta en cinco partes, la última de ellas era subida, unos 500 metros. De esas subidas con curva que parecen que terminan ya pero no. Pues en la rampa de la segunda vuelta doy alcance a Parejo. Parece que la estrategia de contener funciona, pero llegamos arriba, y trás cruzar la Plaza Alta y empezar la tercera vuelta con la fuerte bajada, Parejo me adelanta. He de decir que confiaba en que se estaba cebando y no lo aguantaría en la próxima subida, pero me equivoqué.

     Antes, en el llano, me marcaba un ritmo constante que no fuera agónico; rápido pero soportable, pero miraba el reloj y no era tan rápido como debiera ser, pero siempre preferible a excederse  y pagarlo más adelante. Ibamos doblando a muchos atletas, tanto de la carrera de 5 km como la de 10 km, pero seguía viendo sin dar por perdido a los dos ASFAS que iban delante mía.

     La subida de la tercera vuelta me sirve para descubrir dos cosas: que Parejo no va de farol porque no le he recortado ni un metro y que las fuerzas para la cuarta vuelta son las justas para hacer una vuelta idéntica a las anteriores y no poder apretar el ritmo para sorprender y adelantar a los que van delante de mí.


     En la cuarta y última vuelta veo inalcanzable a los ASFAS, aunque siguen a tiro de piedra. Se les ve con firmeza. Miro para detrás para ver si peligra mi posición pero los doblados me causan confusión, aunque yo creo que no hay nadie cerca. La última subida muy agónica pero echándolo todo porque ya no se permite aflojar cuando estás escuchando la megafonía de meta. Es tanto que he hecho (con permiso del símil) marca personal en pulsaciones máximas: 187 pulsaciones por minuto, cuando pensaba, de otras ocasiones, que mi máximo estaba en 180. Ese dato revela cual ha sido mi nivel de esfuerzo para llegar a meta lo mejor posible. También revela que debo acudir a profesionales si quiero entrenar correctamente por pulsaciones.

        Y cruzo la meta tras 37:00, pensando que era tercer clasificado tras Montero y Parejo, confundido por la gente que salió más rapido al principio pensando que eran todos de la carrera de 5 km. El consuelo fue que al menos conseguí la tercera posición de la categoría Master A (35--44 años).