He de comenzar diciendo que, salvo mi primera maratón, en esta 26º Maratón Ciudad de Badajoz es en la que más dudas tenía respecto al rendimiento que podía ofrecer. Como ya vine comentando en fechas anteriores en la preparación no había sido tan disciplinado y, aunque sí metí entrenos maratonianos, iba improvisando los entrenamientos a diario, guardando siempre una estructura mínima. En definitiva, más relajado que nunca.
Club Atletimo Maratón en la Maratón y Media Maratón |
La primera de las incognitas a resolver era la climatología que iba a hacer. Las previsiones no eran del todo malas, pero al sacar a pasear al perro temprano pude apreciar que, aunque no había riesgo de lluvia, sí que había un viento que aunque no era fuerte amenazaba con ir en aumento según pasaran las horas.
En línea de salida un calentamiento breve previo. Al final me decidí por no usar guantes ni manguitos, ni finalmente tampoco gafas de sol. De zapatillas me decliné por no usar voladoras y correr con las de entrenamiento, con más amortiguación, uyendo de los problemas musculares del año pasado en el tramo final. Y así, tras la foto con los compañeros del club y un minuto de silencio por la tragedia de Gabriel, tomamos la salida y nos disponemos a ir despejando dudas.
Mi previsión era ir cogiendo poco a poco el ritmo, pero en los primeros metros ya cogí el ritmo que quería seguir (3:55-4:00) y al salir del Puente de la Universidad, tras ganar algunas posiciones, ya encontré un grupo que sería una buena referencia y ayuda. Un grupo de 5 o 6 atletas del Clube Atletismo Barreira que corrían al ritmo que yo quería más un par de atletas portugueses de otros clubes.
Toda la Avda. de Elvas en dirección a Portugal fue con viento de cara. Era pronto, las fuerzas estaban intactas y no se acusó. Decidí cobijarme tras ellos y economizar toda la energía posible. A la altura del Faro iba, donde más fuerte era el viento, doy un relevo y así llegaría al giro de vuelta a Badajoz. En ese momento corremos con viento favorable y es fácil dispararse, así que si veía que el resto se animaba más de la cuenta me dejaba caer a la parte de atrás para seguir mi ritmo. Decir que iba controlando las pulsaciones intentando no superar las 161 ppm, y si las superaba intentaba compensar esfuerzo sin sacrificar ritmo en exceso.
En la barriada de San Fernando dos atletas de este grupo empiezan a imprimir un ritmo más fuerte (3:50), el resto les intenta seguir y yo decido no continuar con ellos para no arriesgar. Sigo a mi ritmo y sólo los dos que iniciaron consiguen seguir adelante, mientras que el resto se descuelgan y corren a unos metros delante mía pero a mi mismo ritmo, así que aprovecho su estela durante varios km.
Así llegamos a Puerta Palma, Circunvalación y ya en el inicio de Ronda Norte llego otra vez hasta ellos y me quedo detrás a conservar y que me hagan esta avenida tan larga y fria. Por suerte el viento aquí no afectaba en nada. Ya al final de esta calle, tras la rotonda, aprieto un poco el ritmo para coger el avituallamiento y en esta subido por la autopista sí da el viento de cara, disparándose las pulsaciones y bajando algo el ritmo, pero no escatimando esfuerzo pues después llegaría una bajada de recuperación.
Con este grupo de cinco atletas hago sin mucha más historia el resto de la primera media maratón; punto que pasaría en 1:23:36, como en mis mejores días aquí. Pero justo tras el meridiano de la maratón, al entrar en el Puente de la Universidad de nuevo, conservando el mismo ritmo, veo que me quedo corriendo sólo y el grupo se distancia algo. Me veo bien de fuerzas, el viento aún no me agobia y me aventuro a hacer toda las segunda media maratón en solitario. El atleta que me precede va lejos y no lo alcanzaré pronto. No me equivocaría.... hice los últimos 21 kms totalmente sólo.
El viento ha incrementado y en la avenida de Elvas se hace insoportable. Aún así no se me van mucho los tiempos y no supero el ritmo de 4:00, llegando a la altura de la aduana con bastante esfuerzo extra para compensar el viento. Cuando por fin giro y tengo el viento a favor intento bajar las pulsaciones, que en ese momento estaban en 170 y suponían un suicidio de continuar así. Conservando el ritmo pero ya con menos esfuerzo lo consigo y volvemos a correr un poco más fluido. En ese punto aporte emocional extra cuando veo a mis padres con mi hijo.
Llego al km 30 tras la subida del Vivero y corro otra vez por el barrio de San Fernando. En la bajada por Carolina Coronado hacia el Puente de Palmas me dejo caer y recupero todo lo posible. Aunque ya no miro tanto los ritmos e intento correr a lo que las piernas piden en cada momento, los ritmos a la altura del km 32 siguen en el intervalo planeado. Esto me da confianza porque no me veo "tocado": puede salir un buen tiempo final.
Por suerte en Circunvalación el viento es favorable. Tanto que escucho casi con nitidez el sonido que llega, empujado por el viento, de la megafonía en línea de meta. Al finalizar esta calle, antes de empezar Ronda Norte, al tomar la curva miro para atras y no veo absolutamente a nadie. Esta larga avenida la hago con mucha concentración para no hundirme, aunque ya el ritmo ha bajado algo y corremos ligeramente por encima de 4:00. Pero por detrás deben de ir mucho peor que yo porque no hay nadie al alcance de mi vista.
Tras la subida de la autopista otra vez la bajada de la calle de la Carretera de la Corte y momento crucial. Mientras estoy terminando la bajada intentando recuperar se me viene a la mente cuando en ese mismo punto el año pasado se me montó el isquiotibial derecho y tuve que parar a estirar. Pienso "este año estoy mucho mejor, buena señal", y justo en ese momento empieza a tensarse el mismo músculo. Intento no hacer caso pensando que eran más tema mental que otra cosa, acorto algo la zancada, subo por el puente del Rivillas y cuando toca bajar del puente lo ví venir. Bajada, aumento de zancada y ¡zasca!, se me empieza a cargar todo el antemuslo y el gemelo, así que decido parar a estirar. Este año más breve que el año pasado, menos de 10 segundos.
Ronda del Pilar la tomo vigilando la pierna pero parece que ha pasado el peligro. ¡Qué carajo tendrá ese punto que todos los años me da el latigazo!. Paso por delante de Correos y bajo hasta el giro a la derecha en la Avda de Colón. ¡Bien! ya es viento favorable y llano casi hasta el final, sigo vivo. El ritmo ha bajado pero no excesivamente y ya llevo una buena bolsa de minutos en la mochila.
Cuando me voy acercando al km 40 cambio la pantalla del reloj y pongo el tiempo total para calcular cómo voy a llegar a meta. Paso ese punto en 2:40:22, así que si corro esos dos últimos km por debajo de 4:00 puede que tenga posibilidades de batir mi mejor marca en maratón (2:48:37). Así que intento incrementar el ritmo, pero a esas alturas ya vamos justos. Esos dos últimos km saldrían en 3:57 y 3:59 y me sirvió para superar a dos atletas. Ya en la recta de contrameta ví que no iba a llegar a tiempo, pero iba pletórico porque el tiempo iba a ser infinitamente mejor de lo previsto al inicio.
Disfruto de la recta de meta, intentando reconocer a todas las caras conocidas posibles para poder corresponder los ánimos que daban. Entro en meta con Sergio en un tiempo final de 2:49:16, que supone un 19º de la clasificacion general y 6º de mi categoría. Es mi segundo mejor tiempo en maratón.
Ya analizaremos en frío, pasados unos días, qué ocurrió y cómo ocurrio. Por ahora os dejo a continuación los datos de mi carrera.