Cada época del año tiene sus carreras que son las denominadas "clásicas", y con la llegada de las fiestas navideñas una de las clásicas que me gusta meter en mi calendario de competiciones es el 10K del Guadiatón.
Foto: Ana Mª García |
Circuito llano, bien medido y siempre con buen nivel competitivo es raro que no salga una carrera rápida si la climatología acompaña. Hoy amanecía como un día impresionante para correr, soleado, fresquito y viento cero, pero a medida que se aproximaba la hora de tomar la salida se levantó una ligera brisa que posteriormente sería un incordio en carrera.
La salida se toma puntual con más de 250 personas. Esta vez intento "apretarme" un poco para que no me adelante tanta gente en la salida y me suponga un trabajo extra posterior. La carrera ideal sería al estilo de lo que sucedió quince días atrás en Barbaño.
En los primeros kms me encuentro corriendo a unos ritmos que rondan los 3:50 y en los cuales me encuentro cómodo. Busco encontrar el grupo de corredores adecuado que facilite mi carrera, pero ocurre varias veces que alcanzo a un grupo y me resguardo detrás, pero no me siento cómodo porque me siento frenado, así que sigo a mi ritmo hasta llegar a otro grupo.
Foto: Ana Mª García |
Terminando el km 3 me pasa esto por última vez y me encuentro corriendo sólo, y con una serie de atletas detrás mía. Pero ahí, en ese punto, se define el grupo que iba buscando. Nos juntamos tres corredores, uno de ellos va haciendo su "juego" con acelerones que parecía que nos dejaba y después vuelta a ponerse en la parte trasera, y otro chico que iba corriendo a mi par, con unos relevos más coherentes.
Aquí son 4 kms, del 3 al 7, en los que esa brisa que antes comentaba actúa como "mosca cojonera". No frena en exceso el ritmo pero está suponiendo un esfuerzo extra, así que hay que correr con cabeza y no vaciarse aquí para llegar con fuerzas al último tercio de carrera.
Esos 4 kms son una pelea mental esperando que llegara ese giro a la derecha en el km 6,5, que suponga viento y ligera pendiente favorables. El entorno de la carretera en la que corremos, como lo es en toda esta comarca, está libre de obstáculos que te proteja del viento.
Miro el reloj por momentos para ver a qué velocidad corremos y está por los 3:55. Más lento de lo que hubiera deseado pero suficiente para estar satisfecho de mi carrera. La esperanza está en que llegada "esa curva a la derecha" la carrera será más rápida.
El avituallamiento del km 5 no lo cojo porque creo que no me va a hacer falta. Ahora en frío analizo que la verdadera razón es que no iba "fino". Y por fin hacemos ese giro a la derecha.
Foto: Ana Mª García |
Más que acelerar lo que hago es aprovechar para recuperar sensaciones. Es en este momento cuando los dos chicos que me acompañaban se marchan por delante y, además, me adelantan Nino y otro atleta que vienen de detrás. Aunque no me esmero en perseguirlos esto, sumado a la entrada en el pueblo y el ánimo del público, hace que el km 8 sea el más rápido (3:46).
A partir de aquí es aguantar el tipo hasta meta. Intento suavizarlo pensando que esos dos km suponen menos de 8 minutos más. Pensar en tiempo me hace creer que la agonía del esfuerzo acabará antes.
El atleta que me adelantó previamente con Nino está al alcance. A poco que me recupere le puedo ganar el puesto antes de meta, pues estimo que puede ser de mi categoría. En concentración máxima avanzo, evadiéndome de lo que me queda, sólo corriendo, y así llega el último km.
Voy sufriendo pero sin bajar el ritmo. "Aguanta que son dos calles", me digo, porque sé que cuando lleguen contrameta y recta de meta todo estará hecho. Y ahí están por fin, aunque el atleta de delante es inalcanzable.
Y ahora sí, recta de meta, que por cierto, no la recordaba tan larga. Y ahí entro en un tiempo oficial de 38:39, 35º de la clasificación general y 6º de mi categoría. Tiempo que hay que analizarlo objetivamente para saber apreciarlo, por es cierto que aquí he tenido carreras mucho más rápidas, pero la situación ahora es otra sumado a que llevamos mes y medio de entrenamiento. Por tanto, contento.
Próxima parada San Silvestre Pacense.