GP Comendador Rui Nabeiro (crónica) 36:35. Exigiendo, 6 días después de la maratón.

     El pasado domingo terminé la maratón bastante entero. Muy cansado, lógicamente, pero el lunes ya pude hacer bien una hora de trote para descargar, repitiendo entrenamiento el miércoles. Así que el sábado siguiente aparentemente las piernas ya estaban como si nada hubiera pasado una semana antes, dispuestas a darlo todo en los 10 km de la carrera portuguesa GP Comendador Rui Nabeiro.


       Históricamente esta carrera, siempre con menos de una semana de recuperación de la maratón, se me ha dado muy bien. Se trata de un circuito urbano de 10 km bien medido, con algunas calles empinadas y bajadas en donde te puedes tirar a correr rápido. Dos vueltas de unos cuatro km y los últimos dos kms dirección a la meta en el estadio. Aquí ya hice dos marca personales otros años, la última (36:25) ha durado hasta la San Silvestre del 31 de diciembre de 2017.

        Después de toda la mañana trabajando suelto a las 15:00. Lo que tardo en llegar a casa y cambiarme de ropa y salir hacia Elvas con Ricci, llegando con más de una hora de adelante. La comida la hice en el trabajo para poder hacer la digestión con tiempo. Tras retirar el dorsal nos quedamos un rato sentados dentro del coche; fuera hace un viento frío insoportable que invita a que se quede mal cuerpo para después competir.


        Tres cuartos de hora antes salimos del estadio al trote hacia la salida. Nos vamos con Raquel Gómez, Mamen Ledesma y Juampa, que compiten aquí por primera vez y no conocen el recorrido, y mientras le  vamos indicando cómo es el mismo y cuales son las dificultades. El viento es infumable (en ese momento nos encontrábamos en alerta amarilla por este motivo) y amenaza con endurecer la carrera a base de bien.

         Tras algunos minutos de retraso por fín se lanza la carrera. La salida consta de unos 800 metros de bajada, así que todo el mundo sale a full. No me obsesiono con los puestos pues pienso que aquí no tengo nada que hacer ni por categorías, así que dejo que la gente corra y yo me dedico a mis salidas lentas por costumbre.


        En los primeros momentos me encuentro bien, las piernas tienen ritmo y quieren correr, sin notar consecuencias de la maratón. Como de costumbre, adelanto a bastantes atletas hasta que encuentro mi sitio en carrera. En este punto coincido corriendo precisamente con Raquel, lo que me hace pensar, por el nivel que tiene esta atleta, que mi carrera está siendo buena. Los últimos metros de la primera vuelta y el primer tramo de la segunda vamos adelantandonos mutuamente según tocara subida o bajada. 

       Tras pasar por la salida y comenzar la segunda vuelta, al terminar la larga bajada toca un tramo de subida. En ese momento empiezo a notar secuelas de la maratón y no porque me desinflara o me notase cansado. Sino que, en estas calles de subida, los gemenos empiezan a tensarse y temo que en algún momento aparezca la "pelota" en uno de ellos que me haga decir adios. Pero finalmente pude superar ese tramo crítico.


     Al llegar otra vez a la Iglesia que está en el Parque da Piedade (de donde sale la Media Elvas-Badajoz) y rodearla, comienza el tramo final de la carrera. Faltan 3 kms a meta y, aunque todavía queda alguna calle con pendiente desfavorable, el viento sopla casi siempre a favor. Raquel se me ha ido por delante y no he podido seguirla. A estas alturás ya sé que no voy a hacer marca personal en 10 mil metros, algo que creía lo tenía muy posible. Aún así mi carrera está siendo bueno, así que hay que aguantar la intensidad hasta meta.

    Tras salir a la avenida del Acueducto nos dirigimos a la zona amurallada, la parte más alta de la carrera y, desde ahí, practicamente bajada hasta meta. Toca echar todo lo que queda en la recamara e intentar aprovechar la pendiente favorable y el viento para ganar segundos finales. En cuanto a batallas personales poca historia, pues aunque tenía la estela de algún atleta, corría sólo y no confío en conseguir podium.


      Y por fín entramos en la pista de atletismo, en donde el viento sigue tocando las narices hasta el último momento. Aquí me adelanta un atleta pero no me esfuerzo en defender la posición pues estimo que mucha gente entró delante mía y no me estoy jugando ningún premio.

      Finalmente tiempo final de 36:35, que dadas las circunstancias de cercanía de maratón y viento es para darme totalmente por satisfecho. Supone haber corrido los 10 km en 3:39 y la sorpresa final llegó en forma de podium, con un tercer puesto de mi categoría.


       Ahora queda buscar alguna carrera de referencia, descartada Don Benito, aunque estoy inscrito, por no estar de acuerdo en cómo tendrán lugar las carreras de los populares. En estos momentos estoy a expensas de saber cómo me afectará la alergia primaveral para correr. Estoy determinará descanso o seguir compitiendo a tope. 

       Os dejo los datos de la carrera