Crónica de mi I Carrera por la Salud. Mucho respeto a las carreras cortas.

Cuando ya la mayoría tenemos la mente en la media maratón del próximo noviembre se presenta una carrera corta como la de este domingo, la I Carrera por la Salud, de 4,5 km, que te obliga a cambiar el chip y correr a ritmos más exigentes de lo que estamos acostumbrados. Carreras como estas son las que hacen que estés alertas y no dejes de hacer entrenamientos rápidos y de calidad. Particularmente este tipo de carreras me infunden mucho respeto. Considero más aseguible hacer una media maratón a ritmo de 3:40 que 5 km por debajo de 3:30.

Pasando por meta en el primero de los dos giros

Incluso tenía en mente hace algunas fechas competir en el 10 km que hoy también tenía lugar en Sevilla, pero surgió esta prueba en una barriada en la que he pasado muchos años y de donde puedo contar muchas historias y no podía desaprovechar volver a ella para competir.

Hoy empiezo por el final, por el resultado y la conclusión. Completé los 4,5 km que tenían las dos vueltas al circuito en un tiempo 15:54, a 3:28 de media. Al terminar la carrera me quedó un poco de sensación de decepción por haber sido quien cerraba el grupo que fue todo el tiempo en cabeza de carrera y no haber sido capaz de ganar alguna posición en los últimos metros. Después, según me  fuí enfriando y reposando las sensaciones, me dí cuenta que realmente salió una buena carrera, pues correr por debajo de 3:30 de media no es fácil y además he conseguido mantener el ritmo hasta el final. Simplemente mis competidores fueron mejores que yo.


Los inicios de la carrera fueron algo caóticos. Desde el principio en las primeras posiciones, en un grupo con mi compañero Albert y el resto todos del club ASFAS. El caos vino cuando la calzada la dividían conos y no quedó claro por qué lado tendríamos que correr. Nos encontrábamos corriendo con los coches de frente y la calle abierta al tráfico. Finalmente, sobre la marcha, entendímos de por donde era por donde debíamos de correr. La experiencia mejorará esto para la próxima edición.

La primera de las dos vueltas la terminamos el grupo de siete juntos y abriendo hueco por detrás. La segunda vuelta ya iba marcando quien estaba con más piernas. Albert y Montero no abandonaban la cabeza del grupo y ellos iban marcando el ritmo. Detrás íbamos Grillo, Víctor, Roberto, otro chico de ASFAS y yo alternando posiciones.


Al girar en el Fuerte de San Cristobal para encarar los últimos 500 metros a meta ya sabía que no estaba yo para mucha batalla. Miro el reloj y la media es de 3:28, cuando me propuse como objetivo inicial hacer la prueba por debajo de 3:30. Pienso que aguantando el ritmo del grupo me bastará para conseguirlo. Así y todo no me descuelgo y entramos juntos en la larga recta de meta.

Albert impone su veteranía y calidad y hace un cambio de ritmo con el que se queda sólo y le sirve para conseguir la victoria. Detrás de él las posiciones no están definidas, incluso hay momentos de dudas de si apretar o no y miradas entre nosotros, pero ya llevaba la mentalidad de aguantar y no se me pasaba por la cabeza un sprint. Ahora, a tiempo pasado, pienso que me faltó carácter y que si la mentalidad hubiese sido otra... Sí, ahora se piensa muy fácil, pero por entonces demasiado era aguantar donde estaba.

Ahora toca pensar en Cheles, la próxima semana. Para mí siempre una cita importante, a ver si es posible que salga lo que creo que tengo en las piernas.

Fotografías de la I Carrera por la Salud